Guayaquil vive desde el 20 de mayo el en ‘semáforo amarillo’, por disposición del COE cantonal, pero son dos las tónicas que se presentaron en el Puerto Principal.
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Por un lado, las empresas, centros comerciales, y demás negocios que pueden abrir sus puertas entre 10:00 y 19:30.
De hecho, diario Metro recorrió el miércoles pasado algunas de sus avenidas como la Francisco de Orellana, Juan Tanca Marengo y las Américas y pudo constatar un mayor dinamismo y movimiento ciudadano, aunque en cantidades inferiores a épocas normales.
En los sectores del norte, hacia el este de la ciudad, las personas caminan a sus oficinas y centros comerciales de forma organizada y respetando la distancia.
Un panorama similar se presenta en los exteriores de edificios públicos como el Palacio Municipal, donde desde tempranas horas hay las filas de ciudadanos, quienes acuden por diferentes trámites. Ahora, por la distancia, los procesos son más lentos.
Sin embargo, otra tónica que también marca el día a día en la ciudad porteña es la que se vive en sectores populares considerados vulnerables, como la de la entrada de la 8, Guasmo, las Bahías, Monte Sinaí y en los suburbios.
En estos el ambiente es diferente. La gente camina sin respetar la distancia. Se siguen levantando los mercados en calle pese a que todos los días hay operativos de control. Se registra, incluso, caos vehicular y la aglomeración de personas es evidente.
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Usuarios en las redes sociales publican fotos del transporte público, en algunas de ellas se puede apreciar los buses llenos de personas y el irrespeto de la distancia.
En las Bahías de Guayaquil desde el primer día de Guayaquil en ‘amarillo’ los pasillos de los andenes comerciales lucieron llenos de personas en busca de productos, pero también de comerciantes informales, quienes han sido constantes en sus declaracioens y coinciden en «que no hay plata para comer, por eso salimos a vender lo que se pueda».
Ese sentimiento de supervivencia, quizá, pueda ser hasta entendible en algunos casos, pues los niveles de desempleo en esta época también han aumentado.
Lo que si es incomprensible es la actitud de desobediencia de los ciudadanos que no están respetando la señalética de distancia colocala en las calles y en los accesos al transporte público.
O de aquellos que sin tener la necesidad de salir de casa lo hacen solo por volver a sentir ese ambiente guayaquileño en el centro de Guayaquil, caracterizado por el ruido del comercio y el tráfico.
No obstante, el COE cantonal evaluó el primer día de Guayaquil en amarillo. Según las conclusiones del organismo en base a los informes de las direcciones de Justicia y Vigilancia, Aseo Cantonal, Metropolitanos y Mercados, las personas cumplen, en su mayoría con el uso de mascarilla y distanciamiento, también que se ha incrementado considerablemente la movilidad humana al interior.
La utilización de vehículos se calcula en un 40 por ciento, según el Contralmirante Daniel Ginez, del Comando de Operaciones, en un sobrevuelo efectuado durante horas de la mañana del 20 de mayo.
Controles en la ciudad.
- Se calcula que el 30 por ciento de locales están abiertos, de forma controlada y con las medidas de bioseguridad.
- Por parte del COE se exige que los locales abran desde las 10:00, para evitar el incremento de usuarios de buses; también se acordó con los dirigentes de la bahía, que solamente pueden abrir un 50 por ciento de locales al día, alternando los módulos, para preservar el distanciamiento social.
- El Municipio de Guayaquil está pintado una línea de distanciamiento de 50 centímetros, para que los usuarios no se acerquen al mostrador. Lo mismo ocurrirá en el mercado de las 4 manzanas.
- Se volvió a resellar la calle 18 o calle salinas.
- Se advirtió a los Gimnasios la prohibición de apertura en semáforo en amarillo, caso contrario se clausurará el local.
- Los Mercados municipales trabajarán hasta las 15:00, por lo que no hay motivo de salir muy temprano y hacer largas filas en los centros de abastos.