La oficina forense del Condado de Los Ángeles dio a conocer, el viernes 15 de mayo, los resultados de las autopsias de los nueve ocupantes que fallecieron en el accidente aéreo, incluido Kobe Bryant y su hija. La “mamba” tenía en su sistema el medicamento metilfenidato.
Este medicamento se bajo la marca de Ritalin y sirve para tratar el transtorno por deficit de atención con hiperactividad y narcolepsia. Además, se descartó que el piloto de la nave (Ara Zobayan) no tenía alcohol ni drogas en su sistema.
Los nueve ocupantes del helicóptero sufrieron heridas fatales inmediatas cuando la nave se estrelló contra la ladera. Huesos rotos, partes del cuerpo desmembradas y un hedor de combustible en lo que quedaba de la ropa que se quemó, reveló el informe.
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Se cree que el piloto trató de evadir una espesa neblina, debido a una maniobra para superar las nubes terminó estrellándose contra las rocas. La estrella de la NBA viajaba con otras ocho personas en su helicóptero privado Sikorsky S-76 cuando se desplomó sobre la ciudad de Calabasas.
En el vuelo también viajaba Gianna, la hija de 13 años del basquetbolista. John Altobelli, su esposa, Keri, y su hija Alyssa; Christina Mauser, quien ayudaba a Bryant a entrenar al equipo de baloncesto de su hija; y Sarah Chester y su hija Payton, eran los demás tripulantes del helicóptero.
Por su parte, el hermano del piloto Ara George Zobayan, quien también murió en el trágico suceso, aseguró que la culpa del episodio fue del ex jugador de Los Lakers y del seleccionado de los Estados Unidos.
Vanessa Bryant había demandado al piloto Zobayan, a quien acusó de “negligencias como exceso de velocidad, a pesar de la niebla o poca precaución a la hora de evaluar las condiciones meteorológicas antes de emprender el vuelo”.
“Cualquier lesión o daño a los demandantes o fallecidos fue causado directamente en su totalidad o en parte por la negligencia o culpa de los demandantes o fallecidos”, respondió el hermano del piloto.