El país más afectado por el COVID-19, Estados Unidos, se enfrenta a un nuevo peligro: los avispones asesinos. Casualmente, el insecto es procedente de Asia y es una especie invasora que se ha sido visto, varios de estos ejemplares, en el estado de Washington.
El problema no es reciente, desde noviembre del 2019 los apicultores reportaron cientos de abejas muertas. Las fabricantes de miel fueron halladas decapitadas. Esto genera una preocupación enorme para Estados Unidos, que ha visto en los últimos años decrecer de manera acelerada su población de insectos, los cuales son vitales para la economía.
Los especialista deducen que esta especie invasora comenzó a activarse nuevamente en abril. Esta reacción corresponde cuando las reinas emergen de la hibernación para construir los nidos y formar las colonias.
Los “avispones asesinos” son las avispas más grandes del mundo y su picadura puede llegar a matar a una persona si es atacada en repetidas ocasiones.
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«Son como algo sacado de una caricatura de monstruos con esa enorme cara amarillo-naranja», dijo Susan Cobey, criadora de abejas.
«Es un peligro para la salud y, lo que es más importante, un depredador importante de las abejas melíferas», agregó por su parte Todd Murray, entomólogo.
Los científicos no entienden cómo estos avispones nativos de Asia terminaron en el estado de Washington. Una posibilidad es el transporte internacional, tanto aéreo como marítimo.
Estos insectos atacan colmenas de abejas melíferas, matan abejas adultas y devoran larvas y pupas de abejas, mientras defienden agresivamente la colonia ocupada», explicó Seth Truscott, de la Facultad de Ciencias Agrícolas.
Su aguijón es tan fuerte, que incluso puede penetrar los trajes de los apicultores. Ante este panorama, científicos estadounidenses y canadienses se han propuesto exterminar al “avispón asesino”.
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