La Organización Panamericana de la Salud (OPS) urgió este martes a los países de América a hacer gratis las pruebas para el COVID-19, al mismo tiempo que avisó de que levantar de golpe las medidas de confinamiento traerá una nueva «ola» de contagios.
En una rueda de prensa virtual, la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, pidió a los Gobiernos de la región y a las empresas del sector sanitario que hagan todo lo posible para ampliar el acceso a la población de los test para detectar el coronavirus.
«Los test deberían ser gratuitos para los pacientes. Los precios altos crean una barrera entre el paciente y el tratamiento que él o ella necesita de manera desesperada. Necesitamos expandir el acceso para que todo aquel que necesita un test pueda acceder a ello», manifestó Etienne.
La OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya ha alertado de que algunas poblaciones del continente, como indígenas y afrodescendientes, tienen tradicionalmente un peor acceso a los sistemas sanitarios estatales y ahora se encuentran en desventaja frente al virus.
Para ayudarlos, el organismo ya ha entregado a 34 países y territorios 500.000 pruebas PCR, las más fiables para detectar la enfermedad y que identifica posibles fragmentos del material genético del virus.
Además, esta semana, la OPS distribuirá en la región un millón y medio de pruebas PCR y la próxima semana está previsto que se envíen otros tres millones de esos test.
EL FUTURO ACCESO A UNA VACUNA NO DEBERÍA SER UN «PRIVILEGIO»
Etienne enfatizó que la respuesta a la pandemia debe estar guiada por los principios de «universalidad, solidaridad e igualdad», de manera que todo aquel que lo necesite pueda acceder a medicamentos, equipo de protección y, en el futuro, a una vacuna.
«El acceso a estos bienes no debe ser un privilegio de algunos países o comunidades. Nuestra comunidad global debe asegurarse de que los test, las vacunas y otras tecnologías están disponibles para todos aquellos que las necesitan», subrayó la directora del organismo.
Al respecto, consideró que una vez que se descubra una vacuna debería crearse un «mecanismo global para la distribución justa» de las dosis en reconocimiento de que la salud debe ser un «derecho universal».
Decenas de empresas farmacéuticas de todo el mundo se han sumergido en una carrera para lograr una vacuna contra el coronavirus y estiman que podría demorarse entre 12 y 18 meses, aunque esta semana un grupo suizo de científicos anunció que en seis meses comenzará a comercializar su vacuna.
UNA MALA PLANIFICACIÓN PODRÍA PROVOCAR UNA NUEVA «OLA»
A falta de una vacuna, el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, aconsejó a los países americanos que tengan cuidado a la hora de levantar las medidas de confinamiento.
«Si se levantan de manera inmediata y sin planificación todas las medidas de distanciamiento social, entonces podemos tener una nueva oleada de transmisión, nuevos casos con nuevos brotes importantes que pueden ocurrir y, de nuevo, se puede sobrepasar la capacidad de los hospitales», advirtió Barbosa.
Por eso, el experto pidió que se «planifique bien» y sugirió a los países que, cada vez que tomen una medida para relajar el confinamiento, lo revisen cada 14 días para ver si es necesario dar marcha atrás.
En todo el continente americano se han registrado 893.119 casos y 42.686 personas han muerto por el coronavirus, de acuerdo a los últimos datos de la OPS. EFE