Mientras la gente se queda en casa, la vida silvestre sale a la conquista de nuevos territorios. Han existido durante las últimas semanas varios casos donde animales han comenzado a «apoderarse» de las principales urbes del mundo.
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Las cabras de Cachemira toman las calles de Gales, los capibaras se adueñan de los clubes de golf en Bolivia, los jabalíes exploran Madrid, los ciervos de Japón cambian los parques por ciudades.
Además, los lobos marinos que residen en Argentina aprovechan la cuarentena por la pandemia para ocupar un centro comercial y tomar sol fuera de las tiendas de recuerdos que suelen estar repletas de turistas y lugareños.
Pingüinos
Ahora a la tendencia se han unido también los pingüinos, atraídos por las calles vacías de una localidad de Sudáfrica. Las valientes aves se pasearon despreocupadas tanto por vías de tránsito que estos días carecen de coches, como por las aceras, tendiendo finalmente a la opción peatonal.
Mejor calidad del aire
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que la reducción de las emisiones como resultado de la crisis económica provocada por el coronavirus, no son sustituto de acciones contra el cambio climático.
Los esfuerzos para controlar la pandemia de coronavirus han reducido la actividad económica y conducido a mejoras localizadas en la calidad del aire.
«Sin embargo, ahora es el momento de considerar cómo usar los paquetes de estímulo económico para apoyar un cambio a largo plazo hacia prácticas comerciales y personales más amigables con el medio ambiente y el clima», aseguró Petteri Talas director de la OMM.