Altavoces para advertir y prevenir al ciudadano que actúa de manera incorrecta están incorporados a las 78 cámaras de reconocimiento facial instaladas en Quito. Este mecanismo está operativo en 49 puntos conflictivos de la capital, con las cuales se espera combatir la inseguridad.
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Estas cámaras están enlazadas a dos unidades móviles, desde donde se coordinará el monitoreo, que además cuentan con drones para operar en eventos masivos.
A su vez, estos vehículos guardan conexión con las mil cámaras, aproximadamente, que pertenecen al ECU 911.
¿Cómo funcionan?
Estas cámaras tienen 4 megapixeles de resolución y un acercamiento de hasta 60 metros para poder identificar rostros. Esta información se cotejará con una base de datos para identificar a personas sospechosas.
En una segunda fase, se colocarán 120 cámaras más.
