La venta de perros en la vía pública es una práctica difícil de erradicar de las calles de ciudades como Guayaquil, Quito pese a las sanciones que los municipios imponen.
La Bahía del Puerto Principal y el sector de la Alonso Angulo, en Quito, están entre las zonas donde ciudadanos pasean en sus brazos a cachorros y, tal como pasa con la mercadería, los ofrecen a costos por debajo del promedio normal de lo que cuesta comprar un perro legalmente.
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“Brujita para pegarles las orejas o les cortan los rabos con nylon, así tratan a las mascotas los vendedores informales de perros. Eso es maltrato animal, pero lamentablemente sino se ataca a la raíz del problema muy poco se puede hacer”, comparte Estefanía Pareja, de la Fundación Rescate Animal.
En Ecuador el maltrato animal está tipificado con una sanción de 50 a 100 horas de servicio comunitario.
“Pero esa sanción no ha frenado los casos de violencia contra las mascotas ni mucho menos a la venta ilegal. Lo que hacen los vendedores de canes es secuestrar a perrar y hacen que paran, entre 4 y 5 veces al año, sometiéndolas a un estado total de maltrato”, cuenta la activista.
Sanciones van desde trabajo comunitario hasta un salario básico
En el Distrito Metropolitano de Quito, la Agencia Metropolitana de Control (AMC) realiza las inspecciones por denuncias de maltrato animal. Al año, en la capital se registran entre 1.200 y 1.500 denuncias de este tipo.
En Guayaquil, el Municipio sanciona la venta ambulante de perros con una multa del 50% del salario básico. Por reincidencia se multa al infractor con un salario básico. Sin embargo, Rescate Animal asegura que hasta la actualidad no se conoce de casos de vendedores de perros que hayan sido sancionados.
“Fábricas de cachorros” secuestran a perras
El ecuatoriano tiene sus exigencias a la hora de adquirir una mascota y, según los expertos, esto ha dado paso a las denominadas ‘fábricas de cachorros’, es decir, los criaderos ilegales de perros.
En Guayaquil, la oficina para los Estudios de la Relación Entre Animales y Humanos (ERAH) determinó, tras un estudio, que el 40% de los guayaquileños prefiere perros de pedigree.
Y aunque en la capital los perros mestizos están ganando preferencia, incluso por campañas impulsadas desde la Alcaldía, el estudio ‘Convivencia responsable y relación humano-animal DMQ – 2015’ reveló que el 50% de los quiteños prefiere un perro de raza y el otro 50% opta por los mestizos.
“La mayoría de los cachorros que se venden en calle están enfermos y mueren a los pocos días de llegar a sus nuevos hogares. Los venden como “perros de raza”, pero están llenos de parásitos, pues no reciben vacunas”, explica el veterinario Moisés Acosta, quien anima a las personas a no comprar mascotas en la calle.
Ademas, comparte que el gasto de chequeo veterinario promedio, luego de comprar una mascota en la calle, varía entre $20 (en los casos sencillos) y $100 (cuando el can tiene alguna enfermedad grave).
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La adopción es la solución, dicen los defensores de los animales
Nathaly Toledo, activista y defensora de los derechos de los animales, ha explicado que “no hay ninguna diferencia entre raza y no raza. Nuestro mensaje busca que la gente no compre sino que adopte, el problema es que la mayoría de fundaciones que rescata a los perros están abarrotadas de animales porque la gente cree que están enfermos o en malas condiciones y no es así”, asegura.
Las soluciones que plantean los defensores de los animales son sanciones más duras, la esterilización, identificación y educación. Con ello se frenaría este problema de fauna urbana.
Cuenca tiene penas fuertes contra maltrato animal
El Municipio de Cuenca es el único que tiene la competencia sobre biodiversidad.
Esto ha permitido trabajar en el decomiso, concientización y campañas en educación ambiental referentes a la protección de la vida silvestre.
La Ordenanza para el Control y Manejo de la Fauna Urbana y la Protección de Animales Domésticos de Compañía de Cuenca plantea contrarrestar la sobrepoblación de animales callejeros.
Mantener a una mascota atada o sin libertad de movimiento a la intemperie, le puede costar al propietario una multa de 96,50 dólares.
Y, además, quien tenga a una mascota sin correa o sin identificación; la multa es de 38,60 dólares. La multa es mayor para quien abandone a una mascota, 193 dólares.
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