El fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, detenido en el Reino Unido, rechazó este jueves su entrega a Estados Unidos. Esto ocurrió al defenderse ante un tribunal en Londres.
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Assange, de 47 años, compareció por videoconferencia ante la Corte de Magistrados de Westminster durante unos 10 minutos. Esto marcó el arranque de su batalla legal contra la extradición a EEUU, que le reclama por haber conspirado para supuestamente interceptar ordenadores del Pentágono.
Lo hizo desde la prisión de alta seguridad de Belmarsh, un día después de que otro tribunal londinense, el de Southwark, le condenara a una pena de 50 semanas de cárcel por haber roto en 2012 las condiciones de su libertad condicional.
En su declaración, el activista denegó hoy formalmente su consentimiento a su entrega a Washington.
«No deseo entregarme para ser extraditado (a EEUU) por haber hecho un periodismo que ha ganado muchos reconocimientos y ha protegido a muchas personas», afirmó.
Durante la vista, el juez Michael Snow determinó que el informático australiano deberá comparecer nuevamente, también mediante el sistema de videoconferencia, el próximo día 30, en lo que se prevé será otra vista preliminar.
Assange infringió las condiciones de su libertad condicional cuando el 19 de junio de 2012 se refugió en la embajada de Ecuador de Londres para no ser entregado a Suecia, un país que lo requería para interrogarlo por presuntos delitos sexuales que él ha negado.
Por su parte, un grupo de simpatizantes del activista australiano bloqueó la calle en la que se encuentra la corte al finalizar la audiencia, con actos de protesta con los que impidieron el paso a los vehículos y portando eslóganes con mensajes como: «Apartad las manos de Assange, EEUU, Reino Unido».