Tatuajes, crestas de colores, piercings y estrafalarios atuendos era su carta de presentación. Keith Flint se suicidó este lunes. Él era cantante del grupo británico ‘The Prodigy’. La noticia la confirmó su “hermano” musical y tecladista de la banda, Liam Hewlett.
Flint fue encontrado sin vida por la policía, en su vivienda, en Essex (Inglaterra). Al sitio audieron tras un llamado a los servicios de emergencia. El músico ‘maistreim’ tenía 49 años.
El tecladista señaló en el perfil oficial de Instagram de The Prodigy que Flint “se quitó la vida”:
Keith Flint, el lado oscuro del Tecno
De la mano de Hewlett, allá por 1989, cómo empezó la dilatada carrera musical de Flint, en la que llegó a vender más de treinta millones de discos.
Los británicos se conocieron en una fiesta “ rave” (del verbo inglés «to rave«, delirar) Ambos conectaron rápidamente al ver que compartían su gusto por la música electrónica «dura» y diferente. Fue gracias a la letra y voz de Flint con el single “Firestarter”, como el trío terminó de despegar. La canción destronó de las listas de éxitos a “ Wow Deep is Your Love» de «Take That» y vendió más de 600.000 copias en el Reino Unido.
En una entrevista con el diario The Guardian en 2015, Flint lamentaba que en la música actual nadie se atrevía a ser «peligroso».
Sus incendiarios conciertos pusieron de manifiesto que ellos sí se atrevían a salirse de lo establecido con su fusión de tecno, breakbeat y house. Las tantas adicciones de Flint lo hicieron un esclavo durante muchos años de su existencia.
La vida del músico estrambótico ha llegado a su fin un año antes de alcanzar el medio siglo, dejado a The Prodigy y a Inglaterra huérfanos del más underground Tecno.
Con información EFE.
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