Tras lanzar al mercado a Harmony, la muñeca sexual con inteligencia artificial, la empresa Relbotix, trabaja ya en su compañero, un androide que aún no tiene nombre pero ya se sabe que contará con un miembro biónico que no tendrá problemas de duración.
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De acuerdo con el CEO de la compañía, Matt McMullen, el pene del nuevo robot será biónico y «mejor que un vibrador”. Además, no tendrá problemas de duración y se podrá enchufar para que dure todo lo que su dueña quiera. «El límite es el cielo», afirmó.
Como plus para las clientas, el miembro de estos peculiares muñecos podrá personalizarse en diseño, tamaño y grosor.
Para McMullen, el éxito del androide está asegurado, tal como pasó con los otros muñecos sexuales que fabrica la otra empresa que dirige, RealDoll.
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Aunque no son económicos, dichos modelos llevan vendiéndose satisfactoriamente por años. Cuestan alrededor de 10 mil dólares y vienen en diferentes tamaños, tonos de piel y color de ojos, entre otros rasgos que el cliente puede escoger, tal como se podrá hacer con el nuevo robot.
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La creación de estos muñecos, según el empresario, terminará con la idea de que dichos productos han sido creados sólo para hombres que quieren codificar a las mujeres.
«Tenemos el mismo interés en la versión masculina y la femenina de lo que estamos haciendo», subrayó.
Finalmente, McMullen dejó en claro que los muñecos van más allá de un juguete sexual, pues muchas de sus clientes están interesadas en adquirirlos “como compañía con la que hablar e interactuar”.
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