La noche del 2 de febrero, un sacerdote fue acusado de intentar abusar de una niña de 10 años. Al parecer, el hombre obligó a la menor a besarlo y le habría tocado sus partes íntimas. Tras el hecho, moradores de Guápulo, nororiente de Quito, se manifestaron indignados y agredieron al sujeto.
De acuerdo con un reporte de Teleamazonas, la niña fue vista correr hasta su casa y allí contó lo sucedido a sus padres, quienes salieron a la calle junto con vecinos a buscar al sacerdote y lo retuvieron hasta que llegó la Policía.
Además, los moradores de Guápulo grabaron y golpearon al sujeto ya que estaban indignados por lo sucedido. Las autoridades detuvieron al sacerdote para trasladarlo a las autoridades competentes.
Entre tanto, otro sacerdote en Guápulo habría dicho que no se podía manifestar por lo ocurrido porque no sabía exactamente que sucedió.
Por su parte, un morador del lugar dijo al canal que el sacerdote acusado de abuso habría admitido lo que hizo. «¿Con qué confianza los padres de familia enviarán a sus hijos al catecismo?», se cuestionó.
Sanción por abuso sexual
Si la víctima es menor de catorce años de edad, «cuando la persona no tenga capacidad para comprender el significado del hecho o por cualquier causa no pueda resistirlo; o si la víctima, como consecuencia de la infracción, sufra una lesión física o daño psicológico permanente o contraiga una enfermedad grave o mortal, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años».