Las bandas de pueblo son una parte importante de Fiestas de Quito. Sus músicos son los encargados de encender la fiesta y acompañar el baile hasta el amanecer.
TESTIMONIOS:
Aunque actualmente están dedicados a la docencia, conversamos con algunos músicos que en algún momento de su vida pertenecieron a una banda de pueblo.
Es así que el itinerario para un músico popular empieza a ser «ajetreado» desde las vísperas de Fiestas de Quito, según Rocío Pachaca, quien ha trabajado en bandas populares durante varios años. En esta temporada nos llaman para estar presentes en desfiles, bares y peñas en los barrios. Rocío quiso ser músico en honor a su padre, quien también practicó esta profesión durante toda su vida.
Acompañado de este «ajetreo» también está la remuneración económica que perciben. Aunque no reveló montos, Vicente Jácome recuerda que las Fiestas de Quito de antes eran mejores. «Se hacía dinero, había bastante trabajo», ya que las bandas eran solicitadas en cada barrio. «Al menos antes, en esta época, en cada esquina había bandas», dijo. Jácome lleva haciendo música desde sus 15 años. Este percusionista aprendió de la música «yendo atrás, atrás» de las bandas de ese entonces y escuchándolas tocar.
Para Chugo Guazuma, las fiestas de la capital son una época de mucha algarabía y la oportunidad para que las tradiciones quiteñas revivan. Según su opinión, en cada barrio ya existe una banda que interpreta pasacalles, albazos, pasillos, y una amplia gama de nuestros ritmo ecuatorianos. «La gente debería dar más oportunida a la música de banda, a la música popular, porque si no le damos valor nosotros, ¿quién lo hará?
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