La canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, solicitó catorce días de licencia para concentrarse en la candidatura a presidir la 73 Asamblea General de la ONU, designación que el país no ocupa hace 45 años.
La Cancillería indicó hoy en un comunicado que Espinosa solicitó al jefe de Estado, Lenín Moreno, la licencia del 24 de mayo al 6 de junio.
Ello, para «dedicarle una atención especial (a la candidatura de Ecuador) dada la proximidad de la respectiva elección por parte de los Estados miembros de la ONU, prevista para el 5 de junio del año en curso», señaló la nota oficial.
La licencia se solicitó -según Espinosa- debido a que la intensidad de la agenda como ministra no ha permitido «impulsar a cabalidad la candidatura a la Presidencia de la Asamblea General de Naciones Unidas para el periodo 2018-2019», que fue presentada a nombre del Ecuador por Moreno.
Espinosa destacó que se trata de una «candidatura de país» y resaltó que en el exterior, Ecuador es un país «respetado», que aporta al sistema internacional.
«No es de gana que, por primera vez en la historia, se le ha invitado Ecuador a la cumbre del G7 en Canadá», destacó la titular de Exteriores, quien cuestionó la postura de ciertos actores políticos locales que públicamente han mostrado su respaldo por la candidatura de Honduras.
«Esos actores políticos deberán explicarle a Ecuador por qué están apoyando al contendor», enfatizó.
El pasado 21 de febrero, Ecuador presentó por sorpresa la candidatura de Espinosa, lo que generó un rifirrafe con Honduras, que hace ya dos años postuló a su diplomática Mary Elizabeth Flores.
Honduras sostiene que con ello el Gobierno del país suramericano rompió un acuerdo de 2015 para un canje de nombramientos por el que Tegucigalpa dio su apoyo a la candidatura del ecuatoriano Patricio Pazmiño Freire como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (cargo que ejerce desde 2016).
Además, defiende que, a diferencia de Ecuador, nunca ha ocupado la presidencia de la Asamblea General.
Ecuador argumentó, al revelar sus aspiraciones, que ese acuerdo no existe y Espinosa defendió a principios de mes su candidatura argumentando que es «sólida, de alto nivel, (con) una persona con experiencia en el tema multilateral».
Sobre sus posibilidades de salir elegida, la canciller se mostró entonces «optimista», pero agregó que, entendiendo que «es una votación secreta, universal, hay que estar siempre preparados para el resultado final».
«Los cálculos que tenemos, las muestras de apoyo por escrito y verbales, las demostraciones de interés por la candidatura ecuatoriana son numerosas y eso nos hace pensar que las posibilidades del Ecuador son realmente posibilidades reales», señaló Espinosa a principios de mes. EFE