Luis Fernando I., se definió como un católico obediente a la Iglesia y temeroso de Dios. Este sacerdote acusado de abusar sexualmente y torturar a una docena de adolescentes durante 10 años a través de la práctica de la «dinámica del pecado».
El sacerdote, mediante un comunicado, aseguró que «por caridad cristiana, he guardado prudente silencio». Esto, tras las acusaciones realizadas por un grupo de supuestos afectados a través del medio digital Gkillcity.
Sin embargo, hoy, el cura emitió el comunicado, en el que tildó de «calumniosas declaraciones de odio que atentan a la verdad» y acotó que la publicación le causan «un daño moral», de acuerdo con ElTelégrafo.
Además, el sacerdote indicó que «no fue contrastado en ningún momento, por lo tanto el mencionado reportaje carece de imparcialidad y confunde a la opinión pública».
En el texto, Luis Fernando I. ratificó su estado de inocencia e indicó que como prueba existe una denuncia con sentencia a su favor en la Fiscalía, con una sentencia ejecutoriada. Recordó que en «en 25 años de vida sacerdotal nunca tuve una amonestación canónica, hasta el 2013, en contradicción con lo que expresan algunos medios de comunicación, citando fechas como 2003 y 2009».