La Cruz Roja Internacional (conocida como Media Luna Roja en países musulmanes), organización humanitaria sin fines de lucro presente en 188 países, ha catalogado las 17 crisis humanitarias clave para este 2018. De ellas, 10 están en África.
La guerra de Siria y de Yemen, que parecen no tener fin; la situación de los palestinos en la franja de Gaza; la crisis de los Rohingya en Bangladesh y Myanmar; y la situación política y económica de Venezuela, destacan entre las elegidas.
Pero también hay otras que no llegan a las portadas de los diarios. La práctica desaparición del Estado en Mali; el conflicto heredado de la Primavera Árabe en Libia tras la caída del dictador Gaddafi; la violencia que aqueja a los países de África central como El Congo y Sudán del Sur; y las interminables disputas en Etiopía y Somalia, donde la población padece hambruna y malnutrición, son algunos de ellos.
“Estamos preocupados por los conflictos que han quedado olvidados por la atención de los medios”, dice Elodie Schneider, vocera del Comité Internacional de la Cruz Roja para Europa y Asia Central, a Metro.
“El incremento de gente desplazada, ya sea dentro de un mismo país o a través de las fronteras, es una crisis en sí misma que no parece terminar”, agrega.
Schneider apela a una “solución política” entre estados para ayudar a terminar con estos conflictos. Debido a la complejidad que han alcanzado los conflictos, debido a los múltiples actores que participan en ellos (como en la guerra de Siria) hace cada vez más necesaria la política de acuerdos.
En caso contrario, estos amenazan con enquistarse hasta terminar convertidos en una espiral sin final ni solución.
«Las soluciones duraderas están en manos de los Estados».
Elodie Schneider, vocera del Comité Internacional de la Cruz Roja para Europa y Asia Central.
P: ¿Cuáles son las características comunes, o los factores más importantes, de las crisis humanitarias que se están viviendo en el mundo hoy?
– Podemos destacar las características siguientes en los conflictos actuales: 1) El aumento de los conflictos urbanos; 2) La prolongación de conflictos. Según un informe que elaboramos en 2016, el promedio de duración de los 10 países con los conflictos más largos es de más de 36 años; 3) la fragmentación de los actores armados; y 4) El hecho de que nadie combate solo, sino que mediante alianzas de Estados contra un enemigo común, o en apoyo directo o indirecto a un Estado o un actor armado. Esto implica un mayor acceso a armas y la aparición de distintas formas de violencia.
P: Aunque se dice que el continente es una región en alza, la mayoría de las crisis ocurren en países de África. ¿Por qué?
– No le corresponde al CICR analizar o tener una opinión sobre las razones de las crisis per se. Aún así, es cierto que nuestras operaciones en África representan el 41% de nuestro presupuesto para las operaciones en terreno en el 2018.
P: La crisis con los Rohingya en Bangladesh viene desarrollándose desde el año pasado, y ha habido denuncias tanto en los medios como por las instituciones humanitarias. ¿Por qué no se ha encontrado una solución?
– Las soluciones a la gran mayoría de las crisis hoy en día tienen que ser políticas. Los actores humanitarios pueden proveer ayuda humanitaria de emergencia, pero las soluciones duraderas están en manos de los Estados.
P: ¿Existen otras regiones potenciales de sufrir crisis humanitarias?
– Nos preocupan los conflictos olvidados por la atención de los medios, como por ejemplo las crisis que se desarrollan en África, bien sea en República democrática de Congo, en República centroafricana o en el Sahel, por solo nombrar a tres. El aumento del número de personas que se desplazan, sea en el interior de un mismo país o atravesando fronteras, es ya una crisis en sí que no va a disminuir. Relacionado con el tema de la migración, y de los conflictos en general, el tema de los desaparecidos no recibe suficiente atención, teniendo en cuenta que el sufrimiento de las familias sin noticias de sus seres queridos dura años y años después que acabe la guerra.