Desde el fatídico 27 de febrero cuando Ana Julia Quezada había cometido el atroz crimen que conmocionó a toda la nación, han sido revelados más y más detalles escabrosos que ubican a la asesina del niño como una mujer siniestra, fría y calculadora. Un nuevo hallazgo en su computador personal reveló una práctica retorcida que almacenaba la mujer, tenía una versión digital de lo que aparentemente era un muñeco vudú del pequeño con su rostro. Ésta práctica está asociada a la magia negra y el ocultismo.
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El hallazgo fue realizado por las autoridades que además pudieron constatar las recientes búsquedas que realizó la mujer en su equipo, al tratar de ubicar plantas con potencial veneno para lo que se presume era un plan de poder intoxicar al niño para que pareciera un accidente. Todo esto se suma a una serie de datos determinantes que reflejan que el crimen había sido planificado con anterioridad pero por un arranque de ira la mujer descartaría su plan y accionaría contra el pequeño. La búsqueda había sido borrada del historial, pero pudo ser restaurada por expertos.
La mujer asfixio al pequeño la tarde del 27 de febrero, una dos horas de haber comido con él, trasladó el cuerpo sin vida a un pozo donde lo ocultó durante once días, en los que fingió no saber nada e incluso hizo apariciones pública lamentándose por el infante. Fue descubierta tratando de remover el cuerpo en descomposición. Espera su condena mientras se van ventilando más y más detalles como éste.
