Como cada año, el Jueves Santo marca el inicio de los cuatro principales días de la Semana Santa, la principal conmemoración para la iglesia católica. De acuerdo a la tradición católica, la noche del jueves Jesucristo cenó con sus apóstoles en una casa de dos pisos en Jerusalén, horas antes de ser traicionado por Judas Iscariote y entregado a su pasión, muerte y crucifixión.
El cristianismo considera ese momento como el de la institución del sacramento de la Eucaristía, ya que compartir «el pan y el vino» representa «el cuerpo y la sangre» de Jesucristo.
Sin embargo, más allá de los textos bíblicos, el menú de aquella noche quedó en la imaginación de artistas, como Leonardo Da Vinci- hasta ahora; debido a nuevos hallazgos científicos de Jerusalén en la época de Cristo.
Los investigadores italianos, Generoso Urciuoli y Marta Berogno, indagaron sobre los hábitos alimenticios en Jerusalén para la época y acerca del último compartir de Jesús con sus apóstoles. Su trabajo fue publicado en un libro: «Jerusalén, La Última Cena», reseña el sitio «Contrapunto.com».
Durante la época era común el guiso de judías, cordero, aceitunas, salsa de pescado, hierbas con pistacho y un dulce de dátiles. Uno de los platillos típicos de la época es el cholent, un guiso de judías.