Los descendientes de Frida Kahlo se han enfrascado en una disputa con la empresa de juguetes Mattel por la comercialización de una nueva Barbie inspirada en la famosa artista mexicana sin permiso de la familia.
En un comunicado, los familiares indicaron que Mara de Anda Romeo, sobrina-nieta de Kahlo, “es la única titular de los derechos de imagen” y por tanto Mattel no puede hacer por su cuenta una Barbie Frida como parte de su colección Mujeres Inspiradoras, cuyo lanzamiento coincidió con el Día Internacional de la Mujer, celebrado este jueves.
El abogado de Romeo, Pablo Sangri, subrayó que lo que busca la familia es que Mattel se ponga en contacto con ellos para “regularizar” la situación, es decir, para hablar de las características y el aspecto de la muñeca y que represente correctamente lo que la artista fue.
Mattel, sin embargo, asegura haber trabajado junto con la Corporación Frida Khalo, con base en Panamá, que es concesionaria y propietaria “de todos los derechos relacionados al nombre, concepto, ideología y signos distintivos que evocan a Frida Kahlo”.
Asimismo, dice contar con un contrato y una licencia de uso otorgada por dicha corporación que, a su vez, obtuvo los derechos de una sobrina de Kahlo, Isolda Pinedo Kahlo, hace más de una década.
Los críticos afirman que la muñeca no refleja el estilo de Kahlo, con su espeso entrecejo o sus elaborados trajes de tehuana, vestidos típicos del sureño estado de Oaxaca.
También se quejan de que se parece más a una ‘Barbie’ que a una ‘Frida’, dos símbolos opuestos porque mientras la primera es un ícono estadounidense del consumismo y la mujer ‘perfecta’ e irreal, la segunda –una comunista convencida que murió en 1954, antes de que naciera la Barbie– es un símbolo de la fortaleza de la mujer aunque sea imperfecta.
Mattel, no obstante, asegura que la corporación panameña participó “de forma activa” en todo el diseño y desarrollo de la muñeca que conserva “la esencia de Barbie y proyecta el legado de Frida Kahlo”, un “icono mundial”.