Recientemente han surgido cientos de ofertas en redes sociales que prometen ofrecer préstamos a bajo interés. Esta se trataría de una nueva modalidad de estafa electrónica que ha registrado la Policía Nacional.
Así lo informa el Teniente Ricardo Muñoz, quien trabaja forma parte de la Unidad de Investigación de Delitos Tecnológicos.
Muñoz explica que los anuncios que ofrecen este supuesto ‘servicio’ no solo circulan en redes sociales, sino también a través de correo electrónico e, inclusive, con hojas volantes en el espacio público.
En todos estos se invita a los usuarios a ponerse en contacto, a través de medios tecnológicos, con los supuestos prestamistas.
El siguiente paso es en el que las personas se equivocan, describe Muñoz; los ciudadanos contactan a los prestamistas y estos terminan siendo convencidos de aceptar los supuestos prestamos con las condiciones establecidas por los estafadores.
En este punto, se exige a la persona incauta que otorgue una cantidad que, suele ser el 10% del préstamo total según Muñoz, para realizar los trámites de la supuesta transferencia de dinero.
Después de esto, la personas ya fue estafada pues no recibirá el dinero solicitado ni le será devuelto el otorgado.
Tomando en cuenta que los préstamos pueden ir desde los USD 3000 hasta los USD 50 000, las cantidades que obtiene los estafadores puede ir desde los USD 300 a USD 5000.
La idea de acceder a este tipo de préstamos puede ser atractiva debido a que los intereses que se ofrecen son del 2 o 3%; mientras que en el sector financiero fácilmente podemos estar hablando de un 16%.
De esta forma, el Teniente Muñoz advierte sobre tener cuidado con este tipo de ofertas en internet.
Otros delitos electrónicos:
Skimming:
Este delito es más conocido como la clonación dela banda de las tarjetas de crédito o débito. Según Muñoz, esta modalidad cada vez es menos frecuente gracias a la inclusión de nuevas seguridades de las entidades bancarias.
La principal nueva medida es que en los cajeros automáticos se cuenta con doble verificación de las tarjetas, con la banda electrónica y el chip.
Muñoz explica que en los cajeros que no cuentan con la doble seguridad, para ejecutar el robo se debe contar con la clonación de la banda y la contraseña.
Sin embargo, también existe otra modalidad de clonación: a través de pagos y compras en las con tarjeta.
De esta forma, Muñoz detalló cuáles son las precauciones que los usuarios deben tener para evitar estos robos:
- Si se va a usar la tarjeta para pagar,se debe vigilar quién tiene la tarjeta y nunca perderla de vista.
- Cuando sacamos dinero del cajero automático se debe precautelar que las personas que estén atrás no nos vean la contraseña
- Tapar la clave con la mano
- Revisar el cajero: Que el teclado no esté suelto, que el lector de la banda no esté suelto, revisar que el cajero no tenga una mascarilla en la parte superior, que no hayan agujeros en el cajero.
Fishing:
Esta es, de forma más común, la vulneración a la banca electrónica en la que se obtienen datos mediante engaños.
Muñoz explica que se crean una página web muy similar a la de un banco. En esta página, se solicita al usuario que coloque su usuario y contraseña o que se cambie esta última.
‘Al final del proceso, se suele redirigir al usuarios a la página original del banco’, explica el experto.
Este pedido de contraseña o el enlace a la página web suele llegar por correo electrónico; no obstante, Muñoz es enfático en decir que las entidades bancarias no hacen este tipo de pedidos a través de correo.
‘Ninguna entidad bancaria solicita cambie de clave a través de internet; si una entidad lo solicita, se debe acudir a la agencia bancaria, normalmente’, sostiene.
Para evitar este tipo de vulneración se deben revisar los protocolos de seguridad: que el link inicie con ‘https://’ y que esté en color verde. Estas señales garantizan que es un lugar seguro.
Además, se recomienda revisar los detalles de la página, que estén bien escritos los nombres, por ejemplo.
También, Muñoz menciona que es aconsejable aceptar los protocolos de seguridad ofrecidos por los bancos, como las notificaciones al teléfono, entre otros.
¿Quiénes son las víctimas de estafas electrónicas?
Según Muñoz, las personas de 25 a 35 años, que están en una edad muy productiva, con trabajo y que manejan la tecnología, son las víctimas potenciales.
Sin embargo, también se señala que está el otro grupo de personas, normalmente mayores de 45, que tienen menor familiaridad con las plataformas tecnológicas, por lo que son vulnerables. No obstante, también se señala que los casos de estas personas son menos comunes ya que estos ciudadanos suele elegir los método tradicionales para hacer sus pagos y compras.
En 2017 se registraron 340 denuncias de este tipo de delitos, aunque se admite que en estos casos existe mucha ‘cifra negra’. Esto se debería a que en ocasiones las personas dan por perdido el dinero o consideran que es una cantidad muy baja como para denunciarla.
Ante esta situación, el experto sostiene que esto se debería al desconocimiento de que este tipo de delitos están tipificados en el COIP —del artículo 229 al 234— desde 2014.
Muñoz explica que más que nada ‘hay que saber que existen policías especializados, de que se cuenta con la capacidad operativa para mitigar este tipo de ilíctos y de tener la seguridad que se va a dar atención a las denuncias’.
No obstante, también se recuerda que para hacer las denuncias es necesario tener algún tipo de pruebas del crimen, por lo que se recomienda no borrar y preservar cualquier tipo de documento o archivo que lo compruebe: documentos, correos electrónicos, conversaciones, fotografías, capturas de pantalla o ‘todo rastro de todo lo que podamos visualizar’.
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