Si hay algo que se le agradece a las 50 Sombras de Grey es el que las parejas se arriesgan más a experimentar, a explorar su sexualidad juntos, como debe ser. Y más aun se agradece que mas personas logren hablarlo con naturalidad . Pero lo que no está bien es que en medio de ese estado éxtasis se nos olvide que es solo una película y que la ficción esta hecha solo para el cine.
Una mujer llamada Krista quiso contar su experiencia tras haber visto la última entrega cinematográfica, las 50 Sombras Liberadas, basada en el último de los libros de las 50 Sombras de Grey, escritos por la británica E. L. James. Al principio todo iba fluyendo según iban superando cada postura y experimentado con cada juguete sexual que fue referido en cada escena de la película.
A medida que su esposo y ella lograban alguna postura o sacar alguno de los juguetes, Krista veía muchas de las posturas como incomodas y no tan sexys como lo mostraba Ana y el señor Grey. Llegó a sentirse con la soga atada a las partes de su cuerpo, como un pavo listo para meter al horno.
Krista y su esposo siguieron probando tras su fin de semana de sexo y experimentos y llegaron una de las partes más incomodas. Su Mr. Grey personal saco el juguete anal para seguir el desafiante reto de completar las posturas y juegos sexuales de las 50 Sombras Liberadas, pero nuestra curiosa chica confeso que no soporto tener tantas cosas metidas dentro si misma.
Ya a este punto las cosas no estaban saliendo tan bien. Antes de eso trataron de recrear la ardiente escena de sexo en el carro después de la persecución, pero la operación fue frustrada al no conseguir un estacionamiento lo suficientemente solo como para poder dar rienda suelta a Krista y su esposo.
Hasta el momento habían transcurrido 9 sesiones de sexo. En menos de 48 horas. Krista estaba agotada y hasta cierto punto frustrada al no sentirse tan sexy como Anastasia y Christian en cada escena. Es así como después de practicar tan riesgosas posturas de sexo y tratando de asimilar esos dos días de intensas jornadas, sus partes intimas no aguantarían una décima sesión.