El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, aseguró este 6 de febrero que pedirá a Colombia un compromiso de corresponsabilidad para encarar el problema del narcotráfico en la zona fronteriza del país, donde, según informes, actúan grupos de traficantes, algunos de ellos relacionados con disidentes de las FARC.
Moreno, en una conversación con corresponsales extranjeros en el Palacio presidencial de Quito, aseguró que por «obvias razones», demandará el compromiso de corresponsabilidad a las autoridades colombianas.
«No es posible que el problema se origine ahí y seamos nosotros los que tengamos que pagar los platos rotos», añadió Moreno tras señalar que de estos y otros temas conversará con su colega colombiano, Juan Manuel Santos, durante una reunión que mantendrán ambos el próximo 15 de febrero en la ciudad de Pereira, en el centro de Colombia.
«Nosotros tenemos bastante que conversar con Colombia acerca de este tema» y por eso se ha planificado la reunión presidencial de Pereira, que será también una cita de los gabinetes de ministros de los dos países, reiteró el mandatario ecuatoriano que remarcó en que su país está preparado para hacer frente a grupos ilegales armados colombianos.
«Ecuador no es tierra de nadie» y tiene unas Fuerzas Armadas y un Gobierno «que está presto a defender su soberanía», remarcó Moreno y dijo que su país va a «combatir de manera tenaz, de manera fuerte, de manera rotunda, contundente esta injerencia» y a estos grupos criminales, algunos vinculados a disidentes de las FARC.
«Hubiera sido muy inocente de nuestra parte pensar que el momento en que se desmantelen las FARC, todas (esas facciones) iban a vincularse al proceso democrático colombiano», pues era «obvio que algunas no lo iban a hacer», apuntó el mandatario.
«A lo mejor nos tengamos que enfrentar a ellas, estamos preparados para hacerlo», repitió al señalar que se fortalecerán «más aún nuestras Fuerzas Armadas, para que puedan dar una respuesta contundente cada vez que este tipo problemas se presenten».
El pasado 27 de enero, un atentado con coche bomba junto a un edificio de la Policía ecuatoriana en la ciudad costera de San Lorenzo, en la provincia de Esmeraldas (noroeste), fronteriza con Colombia, dejó más de veinte heridos leves y daños materiales.
Entonces, Moreno calificó a ese atentado como un «acto terrorista ligado a bandas» de narcotráfico y aseguró que ello no detendrá ni debilitará los esfuerzos por tener un país más seguro.
El Ministerio del Interior señaló entonces que la explosión había afectado a 37 viviendas afectadas y que 23 personas heridas, de forma leve, habían sido dadas de alta.
Fuente: EFE