El presidente Lenín Moreno dijo que respetará «plenamente» la decisión que tomen sus compatriotas en la consulta popular y referéndum que se desarrollan hoy en Ecuador, de la que hasta ahora no se conocen datos de participación pero que transcurre con total normalidad.
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Moreno destacó la tranquilidad con la que la tiene lugar el proceso, que transcurre «en paz, con tolerancia, con respeto, con solidaridad».
Invitó a sus compatriotas a seguir así y expresó su esperanza de que las respuestas en el proceso ayuden a su Gobierno a «orientar o reorientar cualquier tipo de decisión» que deban adoptar.
Señaló que cualquier decisión que adopten los ecuatorianos en las urnas «será plenamente respetada por su gobernante» porque son decisiones fundamentales para que «los niños vivan protegidos, para que las personas corruptas no vuelvan a burlarse de nosotros».
Tras ejercer su derecho al voto en la capital ecuatoriana, a donde acudió con la mano vendada luego de sufrir una lesión en días anteriores, el mandatario ecuatoriano recalcó que son decisiones importantes para que los jóvenes «tengan la oportunidad de ejercer su derecho también a decidir» los destinos del país.
Quien no se ha pronunciado todavía es su rival en esta contienda electoral, Rafael Correa, paladín del «No» en la campaña y quien la ha llegado a tildar de «inconstitucional».
Sus allegados dijeron a Efe que esta mañana el expresidente entre 2007 y 2017 tenía «agenda privada», aunque en principio debía presentarse en un colegio electoral en Guayaquil para sellar la convocatoria de votación, requisito en el país.
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Al proceso electoral están convocados poco más de 13 millones de ecuatorianos en el país, así como en las circunscripciones del exterior, donde están llamados 400.000 electores.
En las urnas se responde a siete cuestiones vinculadas con la lucha contra la corrupción, la eventual anulación de las reelección indefinida, la posible derogación del Consejo de Participación Ciudadana, la lucha contra la pederastia y la imposición de restricciones a la minería descontrolada.
Estas cinco forman parte del paquete del referendo, e implican de hecho una reforma constitucional, en tanto que las dos últimas -la anulación de la ley de plusvalía y la reducción del área de explotación petrolera en el Parque Natural del Yasuní- suponen la modificación de normas de rango inferior.
La jornada electoral se abrió al amanecer con un ceremonioso acto de inauguración en la sede del Consejo Nacional Electoral encabezado por la vicepresidenta del país, María Alejandra Vicuña, y la titular del organismo Nubia Villacís.
Tras declarar abierta la jornada electoral sonaron las sirenas de un coche de bomberos estacionado fuera de la sede, dando por iniciada la votación.
En su último parte, Villacís informó de un balance «positivo» en la instalación de las juntas receptoras del voto y, hasta la mitad de la jornada, que se desarrolla en el país y el exterior.
Entre las incidencias conocidas, solo el caso de dos ciudadanos que intentaron sufragar con un documento de identificación que no les pertenecía.
Entrada la tarde Villacís aseguró que se ha cerrado en 39 países el proceso electoral que se desarrolló con normalidad.
De acuerdo con la funcionaria, el proceso cerró ya, entre otros, en países como España, Francia, Hungría, Israel, Italia, Países Bajos, Suecia, Qatar, Australia, Corea, China, Japón, Indonesia, Malasia, Alemania, Austria y Bélgica.
Correa se refirió en Twitter al proceso en el exterior: «Reporte de nuestros migrantes: en Europa, gana ampliamente el NO», escribió.
Las urnas cerrarán en Ecuador a las 17.00 hora local (22.00 GMT) y sobre las 20.00 locales (01.00 GMT del lunes) se darán a conocer los primeros resultados del conteo rápido, «que tiene un 99% de confiabilidad», a decir de Villacís.
Moreno los recibirá con los integrantes de su gobierno en el Palacio de Carondelet en Quito, en tanto que Correa permanecerá en Guayaquil con su círculo más inmediato de militantes.
En la logística electoral trabajan hoy más de 250.000 personas, de las que 28.900 pertenecen al CNE y más de 140.000 ciudadanos integran las juntas receptoras del voto.
Además, unos 48.000 integrantes de la Policía y 33.000 militares certifican la seguridad durante el proceso.
EFE
