Casi 400.000 ecuatorianos en todo el mundo podrán ejercer su derecho a voto en la consulta popular del domingo, sobre todo en Estados Unidos, España e Italia, donde los consulados ultiman los preparativos para el proceso electoral.
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Aunque lejos de casa, el Gobierno ecuatoriano hace esfuerzos considerables para preservar la relación con sus migrantes que, según algunos cálculos, superan la cifra de dos millones de personas.
No obstante, de ellos apenas 395.178 tendrán derecho a voto el 4 de febrero, porque la mayoría no están inscritos en consulados en el exterior por diversas razones -entre ellas, el temor a ser detenidos al acercarse a las legaciones por su condición de irregulares-, o por ser menores de edad.
A diferencia del voto de la población en Ecuador, para los residentes en el exterior no es obligatorio.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Nubia Villacís, destacó a Efe que se han hecho «varias campañas de concientización (sic) de que deben igualmente reportar» su presencia en cada país.
«Sus familias están en Ecuador. Ellos mismos pueden algún día regresar», sugiere al instarles a inscribirse para poder participar en futuras consultas.
En total, poco más de 13 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas para responder si están de acuerdo o no con las propuestas del presidente, Lenín Moreno, para que se elimine la reelección indefinida de autoridades.
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También se pronunciarán sobre cuestiones relacionadas con la inhabilitación de los condenados por corrupción, los delitos sexuales contra menores, la defensa de la naturaleza y la abolición de la ley de plusvalía.
Según las estadísticas del CNE, 247.237 ecuatorianos están registrados en el grupo de países «Europa, Asia y Oceanía», en tanto que 115.030 están en «Estados Unidos y Canadá» y otros 32.911 en «América Latina y Caribe».
De esas cifras de electores, 205.916 son mujeres y 185.262 varones.
Al valorar la importancia del voto en el exterior -que, sin embargo, nunca ha resultado crucial-, Villacís, la primera mujer que dirige el organismo público, insistió en que «más que todo, (lo importante) es darles el derecho».
El CNE les ha habilitado 106 recintos electorales en diversas ciudades del mundo.
Pese a que en Estados Unidos reside la mayor y más antigua comunidad de emigrantes ecuatorianos, que se remonta a más de dos décadas, el grupo más numeroso de votantes se encuentra en España: 176.207, lo que representa el 44,5 % de los nacionales que residen en el extranjero con derecho al sufragio.
Podrán ejercerlo en las ciudades de Madrid (64.881) y Barcelona (34.949), en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo y el recinto de la Fira, respectivamente.
El resto, se repartirán entre 19 localidades que concentran el 95% del electorado ecuatoriano que vive en España, sobre todo en las regiones de Murcia y Comunidad Valenciana (este) y Andalucía (sur).
En España residen 141.582 inmigrantes ecuatorianos y otras 272.900 personas nacidas en Ecuador que tienen nacionalidad española, según datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE) español.
El otro gran foco de votantes en Europa está repartido por diversas ciudades de Italia y son unos 49.000, de los cerca de 83.000 registrados en los consulados de Ecuador, dijeron a Efe fuentes diplomáticas en Roma.
La comunidad más numerosas está en la región de Lombardía (norte), donde residen unos 43.000 ecuatorianos; seguida por la de Liguria (noroeste), con unos 30.000 ciudadanos registrados, mientras que el resto reside sobre todo en Roma, Perugia y Nápoles.
Los consulados ecuatorianos en Italia y el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador han financiado espacios de difusión de información sobre la consulta en programas de radio, como la emisora Radio Mambo de Roma, muy escuchada por la comunidad latina en la capital italiana.
La tercera gran comunidad de ecuatorianos es la que reside en EE.UU., país donde curiosamente hay menos inscritos de los tres porque el índice de aquellos en situación irregular es el más alto.
Villacís reconoció que el ausentismo suele ser alto por la dispersión de emigrantes por el mundo y la imposibilidad de muchos de ellos de llegar a las urnas en un día preciso porque «estén trabajando» o les lleve «cinco horas» llegar hasta la urna.
En cualquier caso, les instó a no perder el vínculo con su país de origen y a registrarse en los consulados igualmente, mientras el CNE trata de encontrar otras vías como el voto por correo.
EFE
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