El exalto responsable de las fuerzas croatas de Bosnia “murió en un hospital de La Haya tras ingerir veneno” en la sala de audiencia del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), anunció este miércoles 29 de noviembre de 2017 la agencia oficial croata Hina.
Slobodan Praljak, de 72 años, oyó cómo el tribunal confirmaba su condena a 20 años de cárcel, antes de decir: “Rechazo su veredicto”, de sacar un frasco y beber su contenido.
Su abogado indicó que se trataba de veneno. Varios medios croatas anunciaron su muerte, entre ellos el canal privado N1 y los principales diarios Jutarnji List y Vecernji List. La agencia Hina confirmó su fallecimiento, citando a una fuente cercana al condenado.
“La sala de audiencia nº1 es una escena de crimen”, y “la policía holandesa ha abierto una investigación tras lo que ocurrió esta mañana”, declaró el presidente del tribunal, Carmel Agius.
Praljak, un ingeniero convertido en director de teatro, no era un militar, pero, tras el estallido de la guerra, ascendió rápidamente en el escalafón militar croata.
Junto con otros cinco responsables de la república croata de Herzeg Bosnia, autoproclamada por los bosniocroatas en 1993, Praljak comparecía este miércoles en el juicio en apelación por su papel en la guerra contra las fuerzas bosnias.
El TPIY los había reconocido culpables de llevar a cabo “una empresa criminal común” para imponer una dominación croata, recurriendo a la limpieza étnica en las zonas controladas por sus tropas.
Aunque la guerra de Bosnia enfrentó sobre todo a los musulmanes con los serbios, los croatas y los musulmanes también combatieron en 1993 y 1994.
La imagen más simbólica de esa “guerra en la guerra” fue la destrucción en noviembre de 1993 del “Stari Most”, el puente otomano de Mostar.