La escasez de dinero efectivo que desde hace meses se registra en Venezuela ha dejado a los bancos del país con pocos billetes para sus usuarios, e incluso ha segado por completo el flujo en algunas oficinas que hoy no cuentan con papeles de ninguna denominación.
Efe constató que en dos oficinas del estatal Banco de Venezuela ubicadas en el este de Caracas se detuvo la retirada de dinero por parte de los ciudadanos debido a la falta de metálico, según dijeron empleados de estas entidades sin ofrecer mayores detalles.
Asimismo, trabajadores de otros seis bancos del sector público y privado aseguraron que en sus empresas se está limitando el retiro de efectivo debido a la escasez de papel moneda.
Por ejemplo, una oficina del grupo privado Banesco despacha un máximo de 20.000 bolívares por usuario (unos seis dólares según la tasa referencial oficial), mientras que el estatal Banco del Tesoro entrega un máximo de 50.000 bolívares (cerca de 16 dólares) a cada ciudadano que tenga una cuenta bajo la figura de «persona natural».
La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) ordenó recientemente a los bancos «disponer y mantener billetes de alta denominación» para el pago a ancianos, personas con discapacidad y pensionistas, a quienes pidió que se les entregue «el monto exacto solicitado por estos».
Sin embargo, dos pensionistas consultados por Efe aseguraron que los bancos también les limitan la entrega del dinero en función de la disponibilidad del día.
La Sudeban, además, promueve una campaña en las redes sociales contra el «bachaqueo (contrabando) de billetes», luego de que el jefe de ese organismo, Antonio Morales, denunciase que cerca del 30 % de la distribución de billetes que está haciendo el Banco Central de Venezuela (BCV) se desvía hacia la frontera.
Entretanto, el presidente de la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (Parlamento), el opositor José Guerra, afirmó hoy que en julio el BCV imprimió «623 % más dinero» que durante ese mes del año pasado, un «dinero creado de la nada para financiar una PDVSA (empresa estatal de petróleos) literalmente quebrada», según dijo.
El diputado, que ha alertado en varias ocasiones la escasez de efectivo en el país, advirtió que Venezuela está «al borde de la hiperinflación» y denunció que el Gobierno de Nicolás Maduro «culpa a otros de la inflación y la depreciación del bolívar».
En promedio, un venezolano puede retirar a través de los cajeros automáticos un máximo al día de entre 10.000 y 20.000 bolívares, equivalentes a entre 3 y 6 dólares, y la variación dependerá de la institución financiera en la que se tenga el dinero, aunque en la actualidad algunas pasan horas sin efectivo disponible.
Además, las plataformas digitales de pago presentan fallas de comunicación en Caracas y, en mayor medida, en el interior del país, debido a la «saturación» del sistema entre otras razones esgrimidas por los comerciantes.
Venezuela ya ha registrado al menos dos crisis por efectivo en los últimos meses, siendo la más grave la que ocurrió a mediados de diciembre pasado luego de que el jefe de Estado ordenase retirar en tres días el billete de 100 bolívares, por aquel entonces la mayor denominación monetaria del país.
Esa decisión desató disturbios principalmente en el sur del país, que se saldaron con tres muertos, decenas de comercios saqueados y la decisión del Ejecutivo de postergar en varias ocasiones la vigencia de ese papel que sigue circulando junto a los billetes de mayor denominación, incorporados con retrasos en el sistema financiero.
La inflación acumulada en Venezuela hasta julio de este año alcanzó el 249 %, según datos del Parlamento, en manos de la oposición, que durante todo 2017 se ha encargado de informar sobre este dato en ausencia de la información del BCV.
El ente emisor ha guardado silencio sobre este indicador desde que informó que cerró 2015 en 180,9 %.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado que la inflación seguirá desbocada y prevé que se ubique en 720 % para este año y alcance el 2.000 % en 2018. EFE