El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló hoy la política de apertura y «deshielo» con Cuba, un mayor revés que se suma a la serie de políticas de la pasada administración del presidente Barack Obama que el actual mandatario ha eliminado.
PUBLICIDAD
Desde Miami, donde se concentra la mayoría de la diáspora cubana en Estados Unidos, el presidente afirmó que con la nueva política que implementará «hará cumplir el embargo» que el país mantiene sobre la mayor de las Antillas desde el año 1960. Reiteró, además, su oposición a la petición de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a que se levante el embargo, hasta que se realicen más esfuerzos para demostrar que Cuba no está violando derechos humanos.
«Estoy cancelando el acuerdo completamente unilateral de la última administración con Cuba», dijo Trump. «Nuestra política buscará un acuerdo mucho mejor para el pueblo cubano y para los Estados Unidos de América».
El mandatario, además, afirmó que «expondrá los crímenes del régimen de los Castro».
Luego de 53 años, el 17 de diciembre de 2014 el presidente Barack Obama y su homólogo en Cuba, Raúl Castro, anunciaron la reapertura de las relaciones diplomáticas entre ambos países. El siguiente año, fueron restauradas tanto la embajada de Estados Unidos en La Habana, como la de Cuba en Washington D. C.
Desde entonces, el «deshielo» ha permitido el desarrollo de negocios de empresas privadas estadounidenses en Cuba, principalmente de turismo.
En términos generales, Trump la nueva política firmada por Trump impone restricciones de viaje a Cuba y prohíbe transacciones con empresas controladas por el ejército cubano.
De acuerdo a CNN, las nuevas enmiendas a las regulaciones no entrarán de inmediato, sino durante los próximos meses.
PUBLICIDAD
Embajadas continuarán abiertas
De acuerdo al presidente, la apertura en términos de viaje y el alivio en las restricciones comerciales que implementó Obama, no están beneficiando al pueblo cubano, sino que están enriqueciendo al régimen.
Las embajadas de Estados Unidos y Cuba en la La Habana y Washington D. C., respectivamente, continuarán abiertas, de modo que las nuevas políticas de Trump no suponen en principio una suspensión de las relaciones diplomáticas. No obstante, habrá que esperar a la respuesta del presidente Raúl Castro, para saber si el mandatario cubano está dispuesto o no a negociar con Trump bajo nuevos términos.
«Desafiamos a los cubanos a que vengan a la mesa con un nuevo acuerdo que sea en el mejor interés tanto de su pueblo como de nuestro pueblo y también de los cubano-americanos», puntualizó Trump.
El presidente, además, pidió al secretario de Estado, Rex Tillerson, que convoque un grupo de trabajo para lograr una expansión del acceso a internet en Cuba.
Las nuevas políticas surgen justo cuando el Gobierno de Cuba se prepara para la elección de los nuevos miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que culminará con el nombramiento de un nuevo presidente. Raúl Castro ya anunció que saldrá del poder en febrero de 2018.