El presidente estadounidense, Donald Trump, presentó una propuesta presupuestaria el 23 de mayo que incluye la venta de casi la mitad de la Reserva Estratégica de Petróleo y abrir el Refugio Nacional del Ártico, en Alaska, a la exploración petrolera, con la meta de aumentar los ingresos fiscales.
Este año empezaría la venta de la Reserva Estratégica de Petróleo por 500 millones de dólares y alcanzaría un total de 16 mil millones en la próxima década. Actualmente la reserva consta de 688 millones de barriles y quedarían en apenas 270 millones barriles.
«Creemos que es lo responsable que hay que hacer (…) El riesgo se reduce drásticamente cuando hemos incrementado la producción como lo hemos hecho», dijo Mick Mulvaney, director de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca.
La Reserva Estratégica de Petróleo fue establecida como almacén de emergencia en 1975 durante la crisis energética de entonces generada por el embargo a la venta a ciertos países, incluido EE.UU., impuesto por los países árabes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
«Dada la trayectoria a largo plazo de producción de energía y capacidad de transporte, una SPR más pequeña se proyecta que sea capaz de continuar con nuestras obligaciones internacionales y necesidades de emergencia», señala el plan de Trump.
Esta propuesta ha generado críticas por parte de grupos medioambientales, puesto que no asume la dificultad y los altos costes operativos en un lugar tan remoto y con condiciones meteorológicas tan extremas.
También sugiere la venta de líneas de transmisión de electricidad de propiedad federal a inversores privados en varios estados del oeste del país por un valor de 2.400 millones de dólares.
Fuente EFE
