El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este domingo 30 de abril de 2017 un aumento de 60% en el salario mínimo, que sube a 65 021 bolívares, unos USD 90 a la tasa oficial más alta y unos 15 a la cotización del mercado negro.
El salario es complementado con un bono de alimentación que asciende a 135 000 bolívares (USD 188 a la tasa oficial y 31 en el mercado negro), que no tiene incidencia en beneficios como vacaciones o aguinaldos.
Así, el llamado “ingreso mínimo integral” escala a 200 021 bolívares. “He decidido este tercer aumento salarial del año 2017 con motivo del 1° de mayo”, Día del Trabajador, dijo Maduro en un fragmento de su programa televisivo semanal transmitido en cadena de radio y televisión. El incremento entrará en vigencia de manera inmediata.
El 60% de aumento, expresó el mandatario, será aplicable además a los trabajadores de “toda la administración pública”, incluyendo los militares, a cuyos altos mandos ha dado enorme poder económico y político.
El anuncio coincide con una ola de protestas en todo el país que han derivado en disturbios, con saldo de 28 muertos y centenares de heridos.
La oposición convocó a nuevas manifestaciones el lunes en Caracas y otras ciudades. Los sucesivos aumentos ordenados por Maduro han sido diluidos por una desatada inflación -proyectada en 720% para 2017 por el FMI, la más alta del mundo- y la pérdida de valor del bolívar frente al dólar.
Además, los venezolanos sufren una aguda escasez de alimentos y medicinas. Maduro alega que la crisis económica es producto de “una guerra económica” de empresarios que apoyan a la oposición para crear descontento popular y propiciar un golpe de Estado en su contra.
El gobernante también decretó un aumento en las pensiones. “Suben hasta 65 021 bolívares y estoy creando un bono especial de guerra económica para los pensionados de 30%, de 19 506,3 bolívares, lo cual sumaría 84 527 (USD 117 a la tasa oficial)”. “Vamos a ganar esta guerra contra la oligarquía”, clamó Maduro.
Fuente: AFP