La Casa Blanca ordenó hoy a las agencias federales que comiencen a prepararse para una posible paralización parcial del Gobierno a finales de mes por falta de fondos, por si fracasan unas negociaciones presupuestarias en las que la financiación para el muro con México tiene un papel central.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo hoy a los periodistas que él cree que la Casa Blanca está «en buena forma» y podrá evitar la suspensión de buena parte de las actividades del Gobierno federal, algo que tendrá lugar si el Congreso no llega a un acuerdo presupuestario temporal antes de la noche del viernes 28 de abril.
La Casa Blanca ha complicado las negociaciones en el Congreso para acordar un presupuesto temporal que mantenga abierto el Gobierno durante unos meses, al exigir en las últimas horas que se incluyan en ese paquete fondos para construir el muro en la frontera con México y para contratar a más agentes de inmigración.
Esa exigencia, formulada este jueves por el director de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, afronta una fuerte resistencia de los demócratas, y ha complicado las negociaciones para mantener abierto el Gobierno más allá de la próxima semana.
La oficina que dirige Mulvaney anunció hoy que está dando pasos para prepararse para una posible interrupción de fondos e instruyó a todas las agencias del Gobierno a hacer lo mismo, aunque subrayó en un comunicado que el riesgo de que fracasen las negociaciones presupuestarias es «muy bajo».
«Seguimos confiados en que no va haber una paralización del Gobierno», aseguró hoy el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en una conferencia de prensa.
«Pero hemos dejado muy claro que queremos fondos para el muro en la frontera, que queremos una mayor flexibilidad para denegar subvenciones federales a las ‘ciudades santuario’, que queremos contratar agentes de inmigración, y que queremos 30.000 millones de dólares para el presupuesto militar. Esas son nuestras prioridades», agregó.
Las ciudades y condados «santuario» son aquellos que se niegan a colaborar con las autoridades federales para deportar a los indocumentados y a los inmigrantes que han cometido algún crimen, y Trump ordenó poco después de llegar al poder que se recortaran los fondos a esas entidades si no abandonan esa práctica.
Los demócratas tienen más poder en esta negociación que en otras, dado que son necesarios 60 votos en el Senado para aprobar la medida presupuestaria, y los republicanos solo cuentan con 52 asientos.
Un portavoz del líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, aseguró que todo iba bien en las negociaciones privadas para extender los fondos del Gobierno hasta que la Casa Blanca «empezó a imponer mano dura» con exigencias como la de los fondos para el muro.
«Los demócratas no son los únicos que están opuestos al muro, también hay una oposición republicana significativa», afirmó el portavoz, Matt House, en declaraciones al diario Washington Post.
La Casa Blanca no ha aclarado cuántos fondos exactamente quiere extraer del Congreso para comenzar a construir el muro en esta primera negociación presupuestaria.
No obstante, en su propuesta de presupuesto para el año fiscal 2018, Trump solicitó 1.500 millones de dólares este año para comenzar las obras de construcción y 2.600 millones adicionales para el próximo año.
Según la independiente Oficina de Contabilidad Gubernamental, el precio total del muro con México podría elevarse a 21.000 millones de dólares, sin tener en cuenta las necesidades de pagar a aquellos a los que se expropien terrenos. EFE