La Semana Santa es el periodo del año en el que más pescado se come y de hecho, uno de los milagros de Jesús fue repartir cinco panes y dos peces entre una multitud de fieles, y hasta sobras quedaron.
Sin embargo, aunque en ninguna parte de la Biblia dice que no se pueda comer carne, tradicionalmente los cristianos la evitan porque consumirla, o ingerir productos derivados de animales (leche, huevos, mantequilla, etc.) durante Semana Santa, e inclusive desde la Cuaresma, equivale ofender a Jesús y su sacrificio de dar la vida por los creyentes.
Actualmente, muchos se vedan de carne exclusivamente los viernes de Cuaresma y durante la Semana Mayor.
El Domingo de Ramos, es el día en que se conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén, seis días antes de su Pasión. Es el comienzo de la Semana Santa en la que se celebran los momentos más importantes de la vida de Jesús: su Pasión, su Muerte y Resurrección.
¿Y si no quiero pescado?
Puede ser que no quieras romper con la tradición pero el pescado no sea de tu agrado, por lo que puedes inclinarte por los mariscos, como camarones, langostinos, calamares o almejas.
Dato histórico
Antes podías pagar para tener permiso de comer carne durante la Semana Santa. Se llamaba la “bula” y consistía en ir a la iglesia y pagar una cantidad predeterminada para estar exento de la prohibición.