En época de Semana Santa, la presencia de cucuruchos en Viernes Santo y nazarenos son parte de las manifestaciones religiosas de la Semana Mayor.
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El historiador Patricio Guerra, desde el Museo Municipal Alberto Mena Caamaño, dio a conocer sobre el significado de estas tradiciones.
Guerra señala que la Semana Santa celebra el ciclo de la Pasión de Cristo al final de su vida. El ritual litúrgico – festivo católico, trasplantado por España en América, inició varias tradiciones inmersas en manifestaciones de religiosidad popular que se practican hasta nuestros días.
La Procesión de Jesús del Gran Poder, que tiene lugar el Viernes Santo, por las calles del Centro Histórico de Quito, es una de las prácticas más connotadas de nuestra ciudad en estas fechas. Su origen está en aquellas prácticas penitenciales que promovía San Vicente Ferrer en la ciudad de Sevilla, allá por el siglo XV, cuando propuso recrear el Vía Crucis, la vía dolorosa que había recorrido Cristo en su camino al Calvario, desde la urbe hasta llegar a un humilladero.
“Esta práctica caló hondo en las hermandades y cofradías, asociaciones de laicos que veneraban la imagen de un santo patrono y que promovían obras sociales y piadosas. Así paulatinamente, la procesión fue creciendo en número e importancia hasta llegar a establecerse una carrera oficial o ruta que necesariamente había que recorrer”, indicó.
“Este evento y expresiones culturales como la gastronomía y la música sacra son parte de nuestro patrimonio inmaterial”, dijo Guerra.
El historiador indica que las hermandades sacaban sus pasos, verdaderos altares movidos por los devotos, con las imágenes que recreaban los acontecimientos principales de la Pasión. Estas iban acompañados de los llamados ‘Nazarenos’, penitentes que iban cubiertos con capirotes y antifaces para no evidenciar su práctica piadosa, cuya vestimenta tenía los colores de la bandera de cada hermandad.
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Sin embargo, no fue sino a mediados del siglo XX, que la perseverancia del Padre Fernández, religioso franciscano, impulsó la Procesión con los pasos del Señor del Gran Poder (el Nazareno Sevillano) y de la Virgen Dolorosa.
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