La empresa de investigación Diagnóstico publicó, el pasado fin de semana, un estudio en el que se revelan las preferencias de cara a la segunda vuelta electoral del próximo 2 de abril.
El trabajo de la firma fue efectuado entre el 23 y 24 de febrero. El material tiene 2.133 entrevistas a pobladores de distintos sectores de Guayas, Pichincha, Manabí y Azuay.
Además, revela un margen de error de +/- 2,12% y tiene un nivel de confianza del 95%. Según la encuesta, a escala nacional un 50,39% votaría por el candidato de Alianza PAIS, Lenín Moreno; mientras que un 41,20% sufragaría por el postulante de la alianza SUMA-CREO, Guillermo Lasso. Un 8,42% optaría por votar nulo o blanco, según el estudio.
Ya en casos específicos, según la encuestadora, Lasso ganaría en Guayas con un 51,36% frente a un 41,03% de Moreno. En Quito, al contrario, el candidato de PAIS llegaría al 53,91% por sobre el 37,63% que obtendría Lasso.
Una situación similar pasaría en Cuenca, en donde Moreno tendría un 53,7% de respaldo por sobre un 33,04% de Lasso. Mientras que en Manabí, según un gráfico consolidado, Moreno lograría el 66,02% de los votos, mientras que el banquero guayaquileño alcanzaría un 26,19% (seguir leyendo después de las diapositivas).
Paulette Dossmann, encargada de la encuesta, explicó que «si bien es cierto los electores tendrán cierta regularidad en cuanto a su orientación de voto (izquierda – derecha / oficialismo – oposición), también es cierto que los votos no son 100% endosables».
Sin embargo, advirtió que en provincias como Pichincha, Manabí y Azuay «desde la primera vuelta vemos un marcado oficialismo, siendo probable que la tendencia se mantenga».
Una de las primeras figuras políticas en compartir el estudio de la empresa Diagnóstico fue el prefecto del Guayas, Jimmy Jairala.
Jairala, hasta el momento, no ha expresado públicamente su respaldo -y el de su organización política, Centro Democrático- hacia uno de los dos candidatos finalistas. Esa postura se confirmará el próximo lunes 6 de marzo, en una Convención Nacional.
Fuente: El Telégrafo
