En los últimos seis meses, la unidad de “Animales al Cielo” de Emaseo EP, ha recogido alrededor de 700 mascotas de las calles de Quito, las cuales han sido víctimas de atropellos o envenenamiento.
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El equipo del proyecto recorre en su vehículo las calles de la ciudad recogiendo a todos los animalitos muertos que se encuentran en la vía pública, parques y quebradas, ya que estos se constituyen en un foco de contaminación.
Es así que con sus trajes de protección tipo forense de color blanco, mascarilla, guantes y más implementos de seguridad, este grupo especializado recorre la ciudad en el horario de de 7h00 a 13h00 y trasladar a los animales hacia el Relleno Sanitario de El Inga donde serán cremados.
Santiago Lopez, técnico de Incineración de Fauna Urbana de El Inga, indica que el proceso se inicia en el momento en el que el vehículo de “Animales al cielo” llega al relleno. Tras verificar la cantidad de fauna urbana muerta se procede a colocarles en un cuarto frio. La incineración se cumple solo cuando el peso mínimo alcance los 200 y un máximo de 400 kilogramos.
La incineración, que dura aproximadamente 02h30, se realiza a una temperatura que va entre 700 y 800 grados centígrados con cámara de post combustión para la emisión de gases.
Toda la ceniza que sale de los restos de los perritos es enviado con personal capacitado al relleno con un tratamiento muy adecuado, informó Lopez.
Quito es la primera ciudad de América Latina que cuenta con este servicio a la comunidad, ya que según explica Mario Balanzategui, coordinador general de Operaciones de la Emaseo, el proyecto nace tras la problemática de fauna urbana que viene arrastrando la ciudad desde hace muchos años.
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Este servicio es gratuito y la ciudadanía puede pedir que la unidad llegue hacia su comunidad a través del 1800 EMASEO.
Balanzategui señaló que próximamente aumentarán las unidades para realizar este servicio y se ampliará la cobertura.
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