El futuro ya ha llegado, y eso facilitará que las personas puedan viajar con mayor libertad por el mundo. Uno de los principales inconvenientes de viajar en avión es la larga espera que siempre debe realizarse en el aeropuerto, a veces con tediosos y numerosos procesos de seguridad que molestan y entorpecen a los viajeros. La solución nos llegada desde Australia, donde se pretende que la entrada y salida de viajeros de los aeropuertos sea mucho más rápida eliminando la necesidad de mostrar el pasaporte y amparándose en tecnologías biométricas.
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A partir del 2019-20 la tecnología biométrica en los aeropuertos de Australia será un hecho, facilitando el acceso y reconocimiento de los viajeros internacionales. Las autoridades australianas están implementando un sistema para sustituir el pasaporte de toda la vida por tecnologías biométricas que sean capaces de reconocer caras, el iris y las huellas dactilares de los viajeros internacionales sin apenas intervención de los funcionarios.
De esta manera al viajar a Australia, no hará falta mostrar el pasaporte, y simplemente será necesario acceder a una de las distintas estaciones de seguridad para pasar por alguno de estos escáneres. Este sistema fue presupuestado para gastar 94 millones de dólares en 5 años para hacer más eficiente el paso de los viajeros internacionales por el aeropuerto. Este sería un primer paso para evolucionar todas las tecnologías de los aeropuertos.
A día de hoy existe un sistema automático de escáner de pasaportes que será sustituido por esta nueva tecnología biométrica en los aeropuertos. A partir de este mes de julio, y en el aeropuerto de Canberra, se pondrá en marcha un programa piloto para probar estos escáneres en los viajeros que lleguen desde fuera del país. La idea, que contribuirá a la desaparición del pasaporte, provocará que casi la totalidad de puestos de reconocimiento en los aeropuertos australianos sean biométricos.
Con información de Gizmodo
