En el piso 10 del Centro Correccional Metropolitano de Lower Manhattan está la División de Internamiento Especial, una zona restringida donde las celdas se reducen a un espacio de 6 por 3,6 metros y sus presos salen de ellas por apenas una hora al día. Allí está internado el narcotraficante más temido del mundo, el mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Famosa por haber tenido tras sus rejas a presos de alto peligro como John Gotti o a estafadores como el exjefe del Nasdaq Bernard Madoff, es un edifició gris protegido por barricadas de acero que pueden detener a un vehículo de 7.5 toneladas que choque contra ellas a gran velocidad. Las cámaras que resguardan a sus prisioneros son tan precisas que pueden detectar las letras de un periódico a metros de distancia.
En la decena de reos que han estado en la División de Internamiento Especial, conocida por sus siglas en inglés SHU, figura también Ramzi Yousef, autor intelectual del atentado con bomba contra el World Trade Center en 1992. Las condiciones de confinamiento de la SHU son tan duras que la organización de derechos humanos Amnistía Internacional las criticó en 2011.
«Tiene seguridad extra, más allá de lo que habría en una zona restringida de internamiento», dijo a The Associated Press Catherine Linaweaver, que fue alcaidesa del penal durante 15 meses antes de retirarse en 2014. «No hay ninguna otra división en la Oficina de Penales como la división de alta seguridad en Nueva York». La SHU es superada únicamente por la prisión de súper máxima seguridad en Florence, Colorado.
Tras su extradición esta semana, un puñado de guardias seleccionado minuciosamente custodiará al hombre que logró escapar en 2001 de la cárcel de Puente Grande, en Jalisco, y en 2015 de El Altiplano, en el Estado de México. «Es difícil imaginar otra persona con mayor riesgo de fuga», escribió la Fiscalía sobre ‘El Chapo’.
Solo uno cuantos condenados han tenido la osadía de intentar escapar del Centro Correccional Metropolitano. Tres lo lograron en 1978 luego de cortar los barrotes de unas ventanas. Otro lo trató de hacer en 1982, pero no pudo abordar el helicóptero turístico que dos secuaces habían robado para ir a recogerlo.
El jefe del cartel de Sinaloa estará allí al menos hasta el 3 de febrero, cuando afrontará su segunda audiencia en un tribunal federal de Brooklyn. La primera fue celebrada este jueves, cuando Guzmán Loera se declaró no culpable de 17 cargos criminales, que van desde tráfico de drogas y lavado de dinero hasta secuestro y asesinato.
La cárcel donde dormirá queda entre las oficinas de la fiscalía federal y dos tribunales federales, conectados por pasillos por los que pueden trasladar a los presos. Pero ‘El Chapo’ debe ser movido desde allí hasta la corte en Brooklyn, lo que demandará un dispositivo de seguridad del servicio de alguaciles.
Fuente: AP