Cada vez son más los niños, jóvenes y adultos que se motivan a practicar jiu-jitsu. En Guayaquil basta con recorrer algunos gimnasios ubicados en sectores como Urdesa, La Garzota y Los Ceibos para conocer un poco de este entrenamiento, donde entrar al salón se vuelve un reto diario, el combate entre los luchadores es cuerpo a cuerpo con el objetivo de: cero derrotas, pero también cero peleas.
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Jhon Gavilanes, de 30 años, representa a Nueva Unión Ecuador, explica que practicar este deporte se ha vuelto tendencia. “Una de sus bondades es que desde el primer día entras al salón de entrenamiento y comienzas a trabajar en la técnica. No se trata de un forcejeo en el piso, sino de flexibilidad, agilidad y concentración para poder desestabilizar al oponente”.
Tiene sus diferencias
El jiu-jitsu tradicional y el brasileño, este último es el que más se practica en el país.
Joffre Campoverde, de 37 años, quien ha ganado varios títulos con jiu-jitsu y actualmente es profesor y parte del equipo Alliance Alfa, explica que el jiu-jitsu tradicional procede de Japón y consiste en más proyecciones y ataques de pie, en cambio, “el brasileño, que es el que practicamos, fue adaptado para llevarlo al piso, para igualar a los hombres en la lucha”, comparte.
Esa igualdad dentro de este deporte permite que mujeres y hombres, de distintos pesos y medidas, se enfrenten entre sí, porque es la técnica la que se impone. Una lucha que, en un movimiento extremo, puede incluso cortar el torrente sanguíneo del cerebro de otra persona y hacerla caer en un sueño inmediato.
“En esta disciplina no usas la violencia, aprendes a emplear la fuerza para derrotar al otro”. Sebastián Guevara, 19 años, campeón de jui-jitsu 2016 en Emiratos Árabes
Los resultados son visibles cuando se practica jiu-jitsu: desde pérdida de peso hasta dejar vicios como el tabaquismo, no obstante, se requiere de disciplina y, al menos, una hora diaria de entrenamiento.
“No se necesita golpear al contrincante, porque las técnicas consisten en llaves”. Joyce Arroyo, 29 añosdra Durán, 18 años.
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