El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Diego Padrón, apuntó contra el chavismo al considerar que «en la historia ningún Gobierno había hecho sufrir tanto a un pueblo como el que ahora administra el país», y acusó al oficialismo de sumergir al país en «una real tragedia de consecuencias históricas».
Padrón, también arzobispo de Cumaná, resaltó que el 2016 cerró con un saldo «rojo en todos los rubros», y de esta forma Venezuela comienza el 2017 «sumida en un caos».
Durante su discurso de apertura en la asamblea anual de la CEV, Padrón aseguró que los ciudadanos atraviesan la etapa más «dura, incierta e injusta» de los últimos 50 años. A juicio del monseñor, la mesa de diálogo «sesionó con altibajos» y su mecanismo no funcionó «por una maligna conjunción de factores: no había entre las partes voluntad sincera de dialogar».
Además, acusó al chavismo de usar el diálogo como un instrumento para «ganar tiempo y frenar» el referendo revocatorio presidencial, una iniciativa que el poder electoral suspendió pocos días antes de que la MUD intentara cumplir el último requisito.
En ese sentido, indicó que el régimen de Nicolás Maduro usó a su favor el diálogo 10 días antes de instalarse formalmente al utilizar «subterfugios judiciales (…) para secuestrar, sin fecha límite, la convocatoria del Referendo» que revocaría al mandatario.
Mientras que para la oposición, continúa el presidente de la CEV, las conversaciones fueron una ocasión «para exhibir las innumerables deficiencias» de los poderes públicos, en materia de derechos humanos, economía y respeto a la autonomía de los poderes.
Más de 29.000 muertes violentas, hambre y falta de comida que solo producen agonía y desnutrición, desabastecimiento de medicinas que provocan decesos y reaparición de epidemias; más de 120 presos políticos injusta e ilegalmente privados de libertad, la corrupción generalizada, el ataque sistémico a la empresa privada y a los medios de comunicación independientes», resumió el arzobispo.
Fuente: AP