La policía mexicana dijo el sábado que busca a un pistolero que abrió fuego sobre un funcionario del consulado de Estados Unidos en Guadalajara, en el oeste del país.
La procuraduría aclaró que el funcionario resultó herido el viernes en esa ciudad.
Un video de seguridad muestra al pistolero, que sigue al funcionario por un estacionamiento. El funcionario, cuyo nombre no se dio a conocer, vestía pantaloncillos.
El tiroteo parece ser un intento directo para asesinar al empleado consular.
El agresor aparentemente no intenta acercarse a su víctima, sino que espera a que salga del estacionamiento a bordo de su auto y dispara al parabrisas.
El consulado dijo en su página de Facebook que el FBI ofrece una recompensa de 20.000 dólares a quien brinde información sobre el agresor.
La embajada de Estados Unidos en Ciudad de México dijo que por motivos de privacidad no habrá más información disponible sobre la víctima, incluyendo su estado de salud.
«La seguridad de nuestros empleados en el extranjero está entre nuestras más altas prioridades», dijo una vocera de la embajada que no está autorizada para ser citada por su nombre. «Estamos trabajando estrechamente con el cumplimiento de la ley mexicana en este asunto».
La procuraduría dijo que la víctima está en condición «estable» y bajo protección, aparentemente, en un hospital local. La oficina dijo que el caso estaba siendo manejado por detectives federales. Un ataque a personal diplomático se considera un crimen federal en México.
Otros empleados consulares y agentes estadounidenses han sido atacados en México en el pasado; los atacantes han argumentado que se ha tratado de casos en los que confunden su identidad.
En 2014, el líder de una banda criminal de México fue sentenciado a cadena perpetua por estar involucrado en los asesinatos en la frontera de Ciudad Juárez en 2010, donde murió una empleada consular de Estados Unidos, su marido y otro funcionario.
Fiscales dijeron que Arturo Gallegos Castrellón estaba a cargo de un equipo de asesinos en el Barrio Azteca, aliado con pandillas del cartel de Juárez, y ha ordenado tres matanzas.
Los asesinatos de la empleada consular Leslie Ann Enriquez Catton, su marido, Arthur Redfels y Alberto Salcido Ceniceros, el esposo de otra empleada del Consulado, fueron un error, según testificaron miembros de la pandilla durante el juicio.
Redfels manejaba una camioneta blanca muy similar a un vehículo que Gallegos Catrellón marcó como objetivo para su equipo de asesinos, pues pensó que pertenecía a miembros del cartel de Sinaloa.
En 2012, policías impactaron 152 balas en un vehículo de la embajada estadounidense que transportaba a dos oficiales de la CIA y a un capitán de la marina. Los policías, que hirieron a los estadounidenses y enfrentaron cargos por asesinato, inicialmente dijeron que fueron atacados por uniformados y autos marcados, y que habían respondido al fuego de la camioneta. Sin embargo, los detalles de la investigación de la procuraduría indicaban que vestían ropa de calle, estaban a bordo de vehículos sin marcas y bajo las órdenes de sus oficiales a cargo.
El líder de un cartel de droga de México se declaró culpable en 2013 por el intento de asesinato de un oficial o empleado de Estados Unidos el 15 de febrero de 2011, durante una balacera contra agentes de inmigración estadounidenses.
Los atacantes admitieron ser miembros de un escuadrón del cartel de Los Zetas y su participación directa en el ataque, lo que resultó en la muerte del agente Jaime Zapata y heridas de su colega, Víctor Ávila, ambos basados en Texas.
De acuerdo a documentos de la corte, un comandante de Los Zetas trató de secuestrar el vehículo de los agentes cuando circulaba por una carretera de San Luis Potosí. Después de que el escuadrón forzara al vehículo a salir del camino, lo rodearon y el comandante ordenó a los agentes salir. Éstos se rehusaron y trataron de identificarse como diplomáticos, pero el escuadrón abrió fuego contra el vehículo.
Fuente: AP
