Un hombre disfrazado de mujer hasta con una peluca camina con dificultad por los tacones que lleva. Simula llorar por su marido que murió ese mismo día y por ello pide ‘una monedita’. Esta trama puede costarle a las tradicionales y divertidas viudas de fin de año hasta $200.
Quienes personifican a las viudas de fin de año elaboran toda una producción para pararse en las calles y avenidas el 31 de diciembre. De acuerdo con Pablo Álvarez, lo recaudado, entre 150 y 200 dólares, por estos personajes se divide para comprar comida y tal vez volver invertir en la vestimenta o algún accesorio.
Para Álvarez interpretar a una viuda es divertido y a la vez rentable. “Vestirme de viuda, actuar frente a los carros, y bailar, es algo que hago desde hace unos cinco años», contó el joven a Metro.
Año tras año, Álvarez junto a sus amigos encarnan a las viudas y se acercan a la avenida República de El Salvador en Quito para hacer reír a la gente.
Igualmente lo hace David Ochoa y cinco chicos más. Se visten de viudas de fin de año para divertir a todo el que pase por la avenida Machala y calle Carlos V. Entre todos recaudan 200 dólares.
Adiós a los complejos
En el Valle de los Chillos, Dimitri Jácome y sus seis amigos se reúnen para «coquetear» con los conductores para celebrar y augurar un exitoso nuevo año.
Lo más importante para poder hacer de viuda de fin de año es dejar los complejos y estereotipos de la sociedad. «Muchos no se atreven hacer de viuda por lo que vaya a decir la gente».
Jácome y sus amigos no se visten de viudas por lo que se vaya a recaudar, él joven cuenta que lo más divertido es entretener a la gente. «Recaudamos 25 dólares y luego nos vamos a comer algo».
Es inevitable ver una viuda de fin de año en la calle y no reírse. No solo se encargan de divertir, también deben invertir en su vestimenta, pelucas y maquillaje. Muchos piden estos implementos a su familia.
Difícil negarle unas cuantas monedas a estas viudas, solo verlas con faldas apretadas y haciendo malabares para caminar sobre los tacos ya podría sacarle una sonrisa a cualquiera.