Una niña de diez años ha sido la inspiración para la creación de una de las motos eléctricas más pequeñas del mercado. «Motochimp» (así se le ha bautizado) nació a raíz de un boceto de la pequeña. A partir de esto, la empresa Vanda Electrics, con base en Singapur, ha desarrollado el modelo de pequeñas dimensiones.
La directora del proyecto, Larissa Tan, ha asegurado que «hemos mirado a través de los ojos de un niño dejando que nuestra imaginación vuele libre».
Además de «Motochimp», esta empresa también ha sido autora de una ‘minicamioneta’ llamada «Hormiga».
La moto dispone de una distancia de 750 mm entre las dos ruedas, midiendo cada una de ellas 75 centímetros. Incluye una pequeña pantalla junto con el acelerador a modo de instrumentación sencilla, para conocer el nivel de batería y la velocidad a la que se circula. Una velocidad que alcanzará, como máximo, los 30 kilómetros por hora.
Su carrocería está fabricada en aluminio y acero inoxidable y se encuentra disponible en tres colores, bastante llamativos, eso sí: amarillo, azul y rojo.
Respecto a la carga, el enchufe se guarda debajo del asiento y permite cargarla en una hora en un enchufe convencional y la batería, de ion-litio, que alimenta al motor de 48V 350W, se ubica bajo la rueda trasera. Tiene un sistema de arranque sin llave y está equipada hasta con intermitentes.
Se pondrá a la venta primero en Japón llegando más tarde al resto de Asia y Europa. En cuanto al precio, rondará los 2.000 euros, lo que serían unos 1.800 euros, lo que podría ser uno de los regalos estrella para esta Navidad.
Con información de El Mundo