Una investigación arqueológica guatemalteca encontró un friso de la cultura maya. Según los científicos es el «más espectacular» jamás visto en el centro arqueológico precolombino de Holmul, Guatemala.
Francisco Estrada-Belli, director del proyecto arqueológico Holmul, explicó en rueda de prensa que el friso, de ocho metros de largo por dos de ancho, fue hallado en una pirámide maya que data del año 600 después de Cristo.
El friso, hecho en estuco (una pasta de grano fino compuesta de cal apagada, mármol pulverizado, yeso y pigmentos naturales), está construido en relieve y en él se pueden apreciar tres personajes principales que visten ricos atavíos de plumas de quetzal (ave símbolo nacional) y de jade, sentados sobre cabezas de monstruos, indicó el arqueólogo.
La obra estaría creada en representación de Och Chan Yopaat, que significa «el dios de la tormenta entra en el cielo», según los signos jeroglíficos que aparecen en su tocado y en el texto debajo de su imagen.
El experto añadió que desde la boca del monstruo, situado en el centro de la composición, «se desprenden dos serpientes emplumadas de las cuales emergen los ancestros y cerros laterales de la región».
Estrada, que trabajó con un equipo de arqueólogos y excavadores, recordó que la primera investigación en Holmul, yacimiento que data del periodo clásico y preclásico, se hizo en 1909, y él la retomó en el año 2000 pero tuvo que interrumpirla por falta de recursos.