En su infancia, la actriz Emily Blunt tuvo que hacer frente a las burlas y el acoso de otros niños. Esto, debido al problema de tartamudez que padecía y que con el paso del tiempo consiguió superar. Fue una dura experiencia que eventualmente acabó teniendo un impacto positivo en su vida al ayudarla a forjar su carácter y a no olvidar nunca la importancia de ser amable con todos los que la rodean. Eso, sin importar lo famosa que se haya convertido.
«Creo que todas las dificultades que te ves obligado a enfrentar y superar en la vida determinan la personalidad del adulto que serás. En mi caso, se burlaron mucho de mí y por eso al día de hoy sigo odiando a las personas crueles», revela la actriz a la revista «InStyle».
Actualmente, la vida privada de Emily despierta un gran interés. Aunque a diferencia de otros compañeros de profesión que utilizan sus redes sociales para compartir su día a día con sus fans. Por su parte, ella prefiere mantener un aura de misterio a su alrededor por el bien de su carrera.
«Tienes que poner ciertos límites. Mi trabajo es engañar a la gente para que piensen que soy otra persona. Y permitirles así realizar un viaje conmigo. Si compartes demasiado sobre ti mismo, la gente acaba interesándose por ti. Pero por razones opuestas a los papeles que interpretas», aseguró la británica.
Emily Blunt y su vida privada
Desde 2010, la intérprete británica mantiene uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood. Su esposo es el también actor John Krasinski -padre de sus hijas Hazel de dos años y Violet de 3 meses.
También mencionó: «Yo también pasé por momentos en los que me sentía poca cosa. Mientras trataba de averiguar cómo ser una persona fuerte y ser dueña de mi propio destino. Pero eso es algo que ya no me sucede desde hace un tiempo. En concreto desde que conocí a mi marido. Cuando conocí a John todo cambió, de verdad. Ahí fue cuando sentí que por fin podía descubrir quién era en realidad», compartió Emily a «The Hollywood Reporter».
Con inormación de Bang Showbiz
