Lenin Moreno aceptó un sábado 1 de octubre la nominación de Alianza PAIS para ser candidato a la presidencia sin embargo pidió el respaldo de todos los miembros del movimiento como condición para la misma.
PUBLICIDAD
Pero el precandidato puso condiciones a su postulación a la Presidencia. «Que sigamos caminando juntos hasta el final» -dijo- y que «si surge algún escollo, algún distanciamiento», los seguidores del movimiento político «lo superen y vuelvan a abrazar al compañero, porque el camino, ya lo dijo Rafael (Correa), es un camino duro, duro, duro».
El que fuera vicepresidente entre 2007 y 2013, de 63 años, anunció que su compañero de formula en la papeleta electoral será el actual vicepresidente, Jorge Glas, quien también aceptó la oferta.
Moreno defendió los logros de la «Revolución Ciudadana», como se conoce al proyecto gubernamental y aseguró que tras los cambios que se han operado en el país «el pasado no volverá», un lema utilizado frecuentemente por Correa y repetido hoy con entusiasmo por el público.
«Vamos por más», aseguró el precandidato al calificar de «sinvergüencería» la pretensión de aquellos que quieren «echar todo al tacho (cubo) de la basura» y pretenden aplicar la «teoría de la tierra quemada» a las realizaciones alcanzadas.
Correa, al presentar la precandidatura de Moreno, dijo de él que es un compañero de filas «leal, integro, de cuya convicción revolucionaria y entrega estamos seguros».
«La revolución queda en las mejores manos», declaró el mandatario.
El mandatario aseguró que la venidera será «una campaña dura», ya que el proyecto político oficalista afronta un «nuevo Plan Cóndor», los ataques de la oposición adinerada y carente de escrúpulos, así como de la prensa mercantilista.
PUBLICIDAD
Pero «les volveremos a derrotar», aseveró Correa al animar a ir «de calle en calle, de plaza en plaza de barrio en barrio» en defensa de su proyecto político a los miles de seguidores congregados en el estadio de la Sociedad Deportiva Aucas.
Crédito de foto: API.
