Cansado de ser víctima de bullying, un niño de 13 años se suicidó en Nueva York, Estados Unidos. Además, el pequeño dejó una desgarradora carta que sus padres pidieron difundir.
«Escribo esta carta para contar mi experiencia en la Holy Angels Catholic», comienza el texto redactado por Daniel Fitzpatrick, quien quiso dejar un mensaje para todos aquellos que jamás lo escucharon.
«Me rendí. Los profesores no hicieron nada. La señorita Goldrick (la directora del plantel) no hizo nada. La maestra D’Alora es la mejor. Ella me comprendió e hizo algo, pero no duró mucho».
En la misiva, el fallecido adolescente identificó a los cuatro compañeros que le hicieron bullying: «John, Marco, Jose y Jack» y contó cómo un día terminó con un dedo roto por las agresiones de los jóvenes. Aún así, nadie le hizo caso.
Las desgarradoras líneas fueron compartidas por Daniel Fitzpatrick, padre del niño, quien acusó a los niños identificados por su hijo como unos «pequeños monstruos asquerosos». Es más, el padre les deseó: «nunca tengan que sentir lo que está pasando mi familia».
El menor de edad estaba a dos semanas de cumplir 14 años. Era originario de Staten Island, en el estado de Nueva York y terminó con su vida ahorcándose con un cinturón. Fue su hermana quien hizo descubrió al menor.
«Extraño mucho a mi hijo. Me rompe el corazón que las cosas hallan llegado a esto porque él era una buena persona«, dijo Maureen Fitzpatrick, madre del menor, en entrevista con la cadena WABC-TV.Y añadió: «Jamás lo voy a volver a abrazar».
«Hicieron todo lo posible»
Según información de la cadena estadounidense «ABC News«, la escuela Holy Angels Catholic pertenece a la Diócesis Católica Romana de Brooklyn y no emitieron un comunicado oficial al respecto. Quien ofreció una explicación fue Carolyn Erstad: «La escuela amaba a Danny, se preocupaban por este niño. Sinceramente creen que hicieron todo lo que estaba en su poder para ayudarlo».