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Manatíes vuelven al mar

Por primera vez en los 26 años que lleva el programa de rescate, rehabilitación y liberación de los manatíes en Puerto Rico, se liberarán al mismo tiempo dos individuos de esta especie en peligro de extinción. El evento denominado Regreso al Mar será el 13 de julio en la playa Punta Salinas en Toa Baja.

Los manatíes que serán devueltos a su hábitat natural dentro de catorce días son Yuisa y Aramaná, quienes por cerca de cinco años fueron rehabilitados en el CCMPR con sede en el Recinto de Bayamón de la UIPR. Según detalló el doctor Antonio Mignucci, catedrático del mencionado Recinto y director del Centro de Conservación de Manatíes, Yuisa es una hembra que fue rescatada en la poza La Chatarra en Loíza, el 21 de julio de 2013.   En aquel momento, se estimó que tenía una semana de nacida. En ese entonces pesaba 73 libras y medía cuatro pies con cuatro pulgadas.   Actualmente, tiene tres años de edad, pesa 627 libras y mide ocho pies con tres pulgadas. Por su parte, Aramaná es un macho que fue rescatado en la playa pública de Dorado, el 18 de mayo de 2011.   Se estimó que había nacido una semana antes.   Pesó 43 libras y midió tres pies con siete pulgadas.   En este momento, Aramaná, pesa 551 libras cuenta con una   longitud   de   siete   pies   con   10 pulgadas   y tiene cinco años de edad.   Ambos   se   encuentran en perfectas condiciones de salud y cumplen con los requerimientos establecidos para iniciar su liberación entre los que se encuentran estar saludables, ser nutricionalmente independientes (vegetarianos), medir más de 6 pies y medio y pesar más de 550 libras, tener más de dos años de edad y demostrar la habilidad de alimentarse de vegetación natural (hierbas marinas).

El proceso para el Regreso al mar de Yuisa y Aramaná inició hace seis meses con la construcción de una verja dentro del mar de 700 pies de largo y seis pies de alto.   Es en una determinada zona de la playa de Punta Salinas en Toa Baja donde habitará el dúo de manatíes mientras se adaptan a su nuevo ambiente.   Allí los mamíferos deberán buscar su propio alimento y sobreponerse a las amenazas del ambiente natural, el cual hasta ahora no ha sido experimentado por estos animales ya que ambos fueron rescatados cuando aún eran recién nacidos y dependían de que se les alimentara en un estanque de cemento en las instalaciones del Centro.

Yuisa y Aramaná serán trasladados desde el Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana, lugar dónde ubica el Centro, hasta la playa en Toa Baja. Para el traslado la Guardia Nacional de Puerto Rico proveerá dos camiones del tipo MTV.   En la caja de cada camión será instalado una cama de goma y roceadores de agua que los mantendrán cómodos y húmedos durante el transporte. Una vez ubicados en los camiones, los animales serán cuidados durante el traslado por dos grupos de ocho técnicos y un veterinario o técnico veterinario que forman parte de su grupo de cuidadores.

Al llegar a la playa, los mamíferos serán bajados desde los camiones.   Desde entonces, Yuisa y Aramaná nadarán libremente por el área delimitada en el mar. Los animales serán custodiados y monitoreados   mediante   transmisores   satelitales.   Una   vez   los    mamíferos    marinos    estén    adaptados totalmente a su hábitat natural, tanto fisiológicamente como en cuanto a alimentarse de hierbas marinas, se procederá a darle acceso a través de la verja para que entren a mar abierto y puedan desplazarse por la costa descubriéndola por su propia cuenta.   Para ese momento no se tiene fecha establecida toda vez que se da de manera natural.

Regreso al mar contará con la colaboración de 50 personas encargadas de acondicionar el área de la liberación de los manatíes, traslado, vigilancia, monitoreo y cuidado.

El histórico evento será realizado mediante la colaboración de la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR), el Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico (CCMPR), el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (USFWS por sus siglas en inglés), la Guardia Nacional Aérea de Puerto Rico, Guardia Nacional de Puerto Rico (GNPR), y la Guardia Estatal de Puerto Rico junto a un grupo de auspiciadores entre los que se encuentran: Caribbean Produce, EcoEléctrica, Empacadora Hill Brothers, Walmart, Thomas & Betts, Nikini, Drogería Betances y Fundación Plaza Las Américas.

«En la Universidad Interamericana nos sentimos sumamente orgullosos de convertirnos en el hogar temporero de Yuisa y Aramaná para su cuidado y crecimiento, así como colaborar con este programa que continúa posicionando a Puerto Rico como líder en la recuperación de esta especie que fue declarada en peligro de extinción por el Gobierno Federal de los Estados Unidos en el año 1967.   Cabe mencionar que Estados Unidos, Brasil, Belice y Puerto Rico son los países que lideran el rescate y la rehabilitación de esta especie de mamífero marino», sostuvo por su parte el rector del Recinto de Bayamón, profesor Juan F. Martínez.

De otro lado, Edwin E. Muñiz, director de la Oficina de Campo de Servicios Ecológicos del Caribe del USFWS, indicó que el objetivo principal del programa de Rescate, Rehabilitación y Liberación de manatíes en Puerto Rico autorizado por la mencionada agencia federal, es la recuperación del manatí   Antillano. «La liberación de Yuisa y Aramaná luego de varios años de rehabilitación demuestra el compromiso y dedicación del Centro de Conservación de Manatíes con este objetivo. Es nuestro interés continuar apoyando los esfuerzos de recuperación enfocados hacia el manatí Antillano y solicitamos a la ciudadanía que vele por la sobrevivencia de estos hermosos animales, parte de nuestro patrimonio natural puertorriqueño», añadió.

Por su parte, la secretaria del DRNA, Carmen R. Guerrero Pérez, indicó que “la liberación a la vida silvestre de Aramaná y Yuisa no solo es la culminación de un proceso lleno de enormes satisfacciones por la recuperación de estos dos manatíes, sino que representa una de las mejores demostraciones de lo que puede lograr el esfuerzo mano a mano entre el sector gubernamental estatal y federal, la academia y las organizaciones sin fines de lucro para salvar una especie. La gesta por combatir su extinción es ardua, pero nos ofrece momentos extremadamente gratificantes como el que vivimos hoy al verlos nadar nuevamente en una playa. Extiendo mi profundo agradecimiento a todos los voluntarios y personal del Centro de Conservación de Manatíes, del Programa de Rescate de Mamíferos Marinos del DRNA, del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre y demás componentes que han dado todo lo mejor de sí para que se lograra el rescate, la recuperación y la liberación de Aramaná y Yuisa”.

En tanto, el coronel Carlos Martínez, Jefe de Estado Mayor de la GNPR manifestó que «este acuerdo cooperativo y alianza con el Centro de Conservación de Manatíes, representa el compromiso firme de nuestros guardias nacionales con la preservación del medio ambiente y la protección de especies en peligro de extinción».

 

Estadísticas del Programa de Rescate, Rehabilitación y Liberación de Manatíes

Aunque se han liberado siete manatíes, en los 26 años que lleva este Programa, sólo tres fueron liberados luego de ser rehabilitados: Moisés, Rafael y Tuque. Moisés fue liberado en Pelican Cove en Ceiba, actualmente tiene 25 años y nada por la zona de Naguabo. Mientras Rafael y Tuque fueron liberados en Punta Salinas.   Rafael murió un año después de su liberación y Tuque tiene 11 años, vive y nada en Salinas.

Desde 1990 al presente, se han rescatado un total de 40 manatíes.   Este dato incluye un manatí rescatado en la Bahía de Guantánamo en Cuba. De estos 40 manatíes, 33 fueron manejados por el Centro de Conservación de Manatíes y la Red Caribeña de Varamientos y siete por el Zoológico de Puerto Rico.

Mignucci explicó que el mayor número de rescates por año fue en el año 1999 cuando se rescataron cuatro animales, seguido de 2003 y 2011, con tres manatíes cada uno.   Añadió que la mayoría de los manatíes rescatados han sido hembras para un 50%,   mientras que el 42.5%   han sido machos (tres animales fueron rescatados y liberados inmediatamente sin corroborar su sexo).

Entre los animales rescatados, el 82.5% han sido cachorros dependientes. La mayoría fueron rescatados en los meses de mayo, julio, agosto y noviembre, siendo julio el mes con mayor número de manatíes rescatados.

Los datos de Centro de Conservación de Manatíes revelan además que la mayoría de los rescates de manatíes fueron en verano con un 42.5%, seguido por otoño con un 35%. Además, el 77.5% de los rescates ocurrieron en temporada lluviosa.

En términos geográficos, la mayoría de los manatíes fueron rescatados en la costa sureste (32.5%), seguido de la costa noreste (27.5%).   Hasta ahora, el municipio con más rescates es Guayama, le siguen San Juan y Ponce.

La razón por la que el 72.5% de   los manatíes son rescatados es porque son cachorros dependientes,   lo que significa que aún están en proceso de amamantamiento. “Ciertamente este es un dato preocupante porque esto significa que la madre lo abandonó o hubo un acto humano detrás de este desprendimiento”, afirmó Mignucci.

De los manatíes rescatados, el 72.5% o unos 29 casos, murieron al ser transportado o en proceso de rehabilitación. Mientras que siete casos o el 17.5% han sido liberados exitosamente. Actualmente, hay cuatro animales en proceso de rehabilitación lo que representa el 10%. Estos manatíes son Armaná de cinco años, Yuisa de tres años, Tureygua de 11 meses y Mabó de un mes.

Como parte del proceso de rehabilitación de estos mamíferos marinos existen momentos críticos. En el caso de Puerto Rico, durante el primer día, el manatí tiene un 30% de posibilidades de sobrevivir. Si sobrevive la primera semana, sus posibilidades de continuar con vida aumentan al 48% y si llega a la segunda   semana, sus probabilidades de continuar con vida aumenta a un 50%. Una vez superada la tercera semana, sus posibilidades de continuar viviendo se incrementa en un 8 por ciento adicional (58%) y si logra llegar al primer mes vivo, tiene un 65% para subsistir. Para el segundo mes no se presenta cambios significativos. Ahora bien si el manatí sobrevive el tercer mes cuenta con un 73% de sobrevivencia. Ya en el cuarto y quinto mes cuentan con un 75% a favor para rehabilitarse. En tanto, que al año, ya tienen 83% de posibilidades de continuar viviendo a su favor mientras, que el segundo o tercer año llega al 88% de sobrevivencia.

En su tercer año, el manatí debe estar listo para ser liberado, pero el proceso de supervivencia comienza de nuevo pues el mamífero marino se enfrenta a nuevos retos en su hábitat natural.

En términos de sobrevivencia por género hay que destacar que los machos se rehabilitan mejor que las hembras.   Según la experiencia del Centro de Conservación de Manatíes, aunque se rescatan más hembras que machos, durante los primeros tres meses, el 73% de los machos sobrevivieron versus el 27% de las hembras.

“Ciertamente, la experiencia y el trabajo con los manatíes en Puerto Rico demuestran que los periodos críticos en el proceso de rehabilitación de esta especie, son las primeras tres semanas y los primeros tres meses”, explicó Mignucci.

 

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