El viernes pasado ocurrió un crimen familiar que tiene a Estados Unidos en shock: una madre disparó a sus dos hijas en la calle para luego morir de la misma manera a manos de la policía.
Christy Sheats asesinó a sus hijas de 17 y 22 años, Madison y Taylor. Una murió ahí mismo y la otra fue llevada al hospital en condición crítica, pero no sobrevivió. Alrededor de las 5 de la tarde (hora local), las autoridades recibieron varias llamadas del 911 que reportaban sobre un tiroteo en Fulshear, cerca de Houston.
Cuando la policía llegó a la escena, las dos jóvenes estaban muertas. La madre, de 42 años, se negó a dejar su arma. Por esta razón le dispararon y murió en el acto. Luego se identificó que ella había sido la autora del crimen.
«Nuestro agente estaba obligado a tomar acción. No fue herido y nadie mas fue herido. Este es un suceso trágico que nos tiene entristecidos. Y todo se originó por una disputa familiar, que terminó en que la madre le disparase a sus propias hijas», afirmó el oficial Troy Nehls.
Este afirmó que no estaba seguro si las jovencitas habían sido asesinadas dentro del hogar o dentro de la calle. Asimismo, aseguró que el padre estaba dentro del hogar cuando todo sucedió y que estaba totalmente traumatizado por el hecho.
Lo peor de todo, es ver los mensajes que tenía la madre hacia las hijas: «Feliz Día de la Hija a mis dos maravillosas, dulces, hermosas, amables, bellas e inteligentes hijas», escribió en septiembre del año pasado. «Las amo, mis tesoros. Más de lo que pudieran imaginarse».
Al mismo tiempo, la madre asesina estaba en pro de la Segunda Enmienda, recurso legal que permite a los ciudadanos estadounidenses tener armas en su casa: «Sería horriblemente trágico si la habilidad de proteger a mi familia me la quitaran», escribió en marzo. «Pero es exactamente lo que los demócratas quieren hacer con las armas semiautomáticas», reportó el portal CBS.
Con esta postura tan ominosa, ahora causa luto en una nación donde los tiroteos masivos son una cruenta tradición. El último fue en el club «Pulse», en Orlando, que cobró la vida de 49 personas.