El presidente de Ecuador, Rafael Correa, confirmó este sábado, 21 de mayo, que el gobierno garantiza condiciones básicas de vida a 11.000 damnificados por el terremoto del 16 de abril pasado en los 19 albergues oficiales instalados en las zonas impactadas, los que llegarán a 26 en total próximamente.
“Ánimo, país, enfrentamos una dura etapa; las réplicas son normales pero no dejan de causar angustia y daños”, señaló el mandatario en el programa radiotelevisado Enlace Ciudadano emitido desde el servicio ECU 911 en Quito, donde alertó a estar preparados ante la probabilidad de nuevos episodios sísmicos, incluso de más de seis grados, debido al proceso telúrico actual que podría prolongarse por unos dos meses.
El Jefe de Estado se refirió a los esfuerzos gubernamentales para entregar servicios mínimos de agua potable, alimentación, energía eléctrica, atención médica, en los albergues, donde también se ofrece atención psicológica a los ciudadanos y seguridad policial.
Además, instó a los ciudadanos que permanecen en refugios improvisados, ya sea por necesidad o por temor, a trasladarse a las instalaciones que han sido creadas para afrontar la contingencia. “Con el tiempo estos albergues improvisados tendrán que ir desapareciendo, y esas personas o vuelven a sus casas o van a los albergues oficiales”, acotó.
Se refirió a la situación derivada de las fuertes réplicas registradas la última semana, con epicentro en Mompiche, parroquia del cantón Muisne, y lo que hizo desbordar en algunos casos las capacidades creadas, por lo cual serán creados otros espacios para dar acogida de forma temporal.
Indicó que “cada vez consolidamos más los albergues, pero el último generó problemas”, al referirse a la situación creada por las réplicas reportadas el miércoles último, en que una persona murió y otras 80 resultaron heridas.
En particular precisó que se han consolidado albergues en Manta, Portoviejo, San Vicente, Bahía de Caráquez, Pedernales, Jama y Canoa, donde los afectados pernoctan en carpas cómodas y con baterías sanitarias, una de las falencias que tenía el país y que se ha logrado superar con la construcción de contenedores que servirán para ofrecer estos servicios.
Sin embargo, explicó que esta es una solución temporal mientras avanzan los programas de reconstrucción, por lo que es una prioridad que los damnificados vayan a casas de familias acogientes (por lo cual recibirán un bono de ayuda económica), y que otros alquilen (también recibirán un bono), pero en localidades como Pedernales, en la provincia de Manabí, ubicada en la zona costera, donde ello se torna imposible ante el daño a la infraestructura.