Parecía ser un día normal en la ciudad de Bangor, Maine (Estados Unidos) cuando un niño de 12 años robó un autobús escolar y decidió dar un corto paseo.
Pero John St. Germain y su novia, que iban pasando, notaron que el conductor del autobús era alguien muy joven para poder hacerlo.
Cuando la pareja descubrió al sospechoso, decidió seguirlo, grabarlo y dar aviso a las autoridades.
Hasta que por fin el pequeño decidió detenerse en una intersección. Germain salió de auto y subió al autobús para convencer al chico de renunciar al volante.
Afortunadamente, no había más niños dentro del autobús. Sin embargo, el joven conductor fue puesto bajo custodia el pasado jueves y acusado de uso de un automóvil no autorizado y operar sin licencia.
Por su parte, Germain obtuvo reconocimiento por su buena acción.