La sociedad saudita, y no el gobierno, decidirá si las mujeres podrán en un futuro sentarse al volante de un automóvil, afirmó hoy, 25 de abril, el príncipe Mohamed bin Salman, segundo en la sucesión al trono de Arabia Saudita, país en el que las mujeres gozan de muy pocos derechos.
El hijo del rey Salman hizo este anuncio ante periodistas tras haber presentado un vasto plan de transformación de la economía saudita, llamado «Visión hacia 2030», cuyo objetivo es reformar la economía de esta monarquía casi por completo dependiente del petróleo en la actualidad.
Visión hacia el 2030, alejada del petróleo
El gabinete de Arabia Saudí aprobó este lunes un esperado plan sobre reformas prioritarias para los siguientes 15 años, con lo que puso en marcha lo que posiblemente sea un periodo de importantes cambios económicos en el reino rico en petróleo.
El proyecto, que incluye un plan para colocar en bolsa una parte de la petrolera más grande del mundo y establecer uno de los fondos de inversión más grandes del mundo, busca ser un borrador de cambios que alejen al país eje de la OPEP de décadas de dependencia en la producción de petróleo barato.
El rey Salman anunció la aprobación del plan «Visión 2030» en un breve mensaje televisivo donde hizo un llamado a los saudís a trabajar juntos para asegurar el éxito del proyecto.
El comité Consejo de Asuntos de Economía y Desarrollo se ha enfocado en cambiar la orientación del reino en su fuerte dependencia en los combustibles fósiles, hacia la creación de empleos e impulsar la inversión extranjera.
En la entrevista, Mohammed bin Salman dice que el país se ha vuelto adicto al petróleo y que emitir una oferta de acciones por una parte de la petrolera estatal Saudi Aramco es parte del programa de reformas. Calculó que la empresa vale más de 2.000 billones de dólares y que menos de 5% de Aramco se ofrecerá a accionistas.
Las acciones de Aramco cotizarán en la bolsa saudí, conocida como Tadawul y en una bolsa internacional, posiblemente en Estados Unidos.
«La visión es una hoja de ruta para nuestro desarrollo y objetivos económicos», dijo. «Sin duda Aramco es una de las principales claves en esta visión y en el resurgimiento económico del reino».
El príncipe también habló de planes para crear un fondo soberano de 2.000 billones de dólares que sería administrado por una junta externa de directores y no por Aramco. Agregó que las ganancias del fondo se destinarán en el desarrollo de las ciudades del reino.
¿Y la participación femenina?
Arabia Saudí, monarquía regida con la aplicación de una versión muy rigurosa del Islam, es el único país del mundo en el que las mujeres no pueden gozar de un permiso de conducir.
Las mujeres también deben contar con el permiso de un hombre -un tutor- para trabajar, viajar o casarse.
Las principales ciudades del reino están desarrollando sus sistemas de transportes en común, pero hasta ahora son limitados, lo que impide a las mujeres el acceso al mundo laboral.
El príncipe Mohamed fue interrogado sobre la posibilidad de que un aumento de la participación de las mujeres en la fuerza laboral -uno de los objetivos de este plan- se traduzca, entre otros, en su derecho a conducir.
«Hoy, la sociedad no está convencida (…), pero insistimos en que depende de la sociedad saudí» la decisión a este respecto, señaló, sosteniendo que este cambio no puede hacerse por la fuerza