Quito es una de las ciudades que consume agua en exceso en relación a otras de Latinoamérica de similares condiciones geográficas y climáticas. En Bogotá o Medellín se consumen alrededor de 160 litros por habitante día, mientras que en Quito son 200, y la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es de 100.
Marco Antonio Cevallos, Gerente General de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento, contó a METRO las acciones que se están tomando para guiar a la ciudadanía hacia un consumo responsable del agua.
¿Cuáles son los desafíos?
En vista de que el agua es un recurso agotable, cada vez es más difícil obtener nuevas fuentes de agua ya que están distantes de la ciudad. La captación de agua, el transporte hacia las plantas y potabilizarla, requiere de inversiones altísimas. Sin embargo, se ha logrado una cobertura en Quito de 99% de agua potable; la mejor del país hasta en calidad, ya que en noviembre de 2015 recibió un sello del INEN.
¿Qué pasa con ese 1% que falta?
Lo que falta está en zonas muy distantes, en sitios de protección ecológica, en barrios no regularizados, pero que lo más pronto posible tenemos que llegar con el servicio porque el agua es un derecho y todos deben tener acceso.
A pesar de la calidad, la tarifa es más baja en Quito con respecto a otras ciudades
Tiene una tarifa baja y, al serlo, a la gente no le duele el desperdicio. Pero creo que cada vez más gente va tomando conciencia sobre el consumo de agua y ha ido disminuyendo a través de los años. Obviamente queremos llegar a un punto óptimo, con las campañas que estamos haciendo: el sábado 19 de marzo realizamos el AquaFest en el Bicentenario y hoy tenemos una exposición fotográfica enfocada al uso responsalble en el bulevar NNUU.
¿Qué métrica sería la ideal?
Las metas son a largo plazo, pero hasta 2019 quisieramos disminuir un 25% el consumo de agua.
¿En cuáles sectores se registra mayor consumo?
Hay cuatro sectores principales: doméstico, comercial, industrial y oficial, pero dónde se consume más es en centros comerciales, hospitales y escuelas. Hemos visitado colegios para promover el consumo responsable del agua, además estamos haciendo estudios y elaborando estadísticas para tomar decisiones.
¿En dónde se registra mayor desperdicio?
En muchos hogares donde sus instalaciones sanitarias ya cumplieron su vida útil, en griferías con empaques dañados, lavar vehículos con manguera, dejar correr el agua en la ducha mientras se calienta el calefón, lavar platos, bañar mascotas, regar jardines indiscriminadamente o en horas no adecuadas como al mediodía, son algunos ejemplos.
Actualmente, ¿cuáles son las reservas de agua para Quito?
Al momento, la capacidad de la empresa está a la par con la demanda de la ciudad, que tiene un consumo de 8 mil litros por segundo. Estamos con las justas. Ahora estamos gestionando un proyecto de captación de agua, Chalpi Grande, que va a generar 2.200 litros adicionales, con lo que se garantizaría el agua para dos décadas siguientes, hasta el 2040. Pero mientras menos consuma la ciudad, estos proyectos pueden diferirse en el tiempo. ANDREA MARTÍNEZ